
Todos los sectores políticos reconocen que el crecimiento económico está estancado, con cifras cercanas al 2% y proyecciones ajustadas por parte de organismos internacionales, como el FMI, por lo que más de una decena de proyectos de ley persiguen mejorar estas cifras.
Lo anterior fue anunciado recientemente por el Ministerio de Hacienda, que en el contexto de la Estrategia de Política Económica y Financiera Internacional, anunció que priorizará diez iniciativas de ley lo que queda de su mandato.
Permisología, medidas correctivas en impuestos e impulso a la actividad laboral son algunas de las líneas que persiguen destrabar, aunque ninguna ha logrado cerrarse exitosamente.
En medio de una guerra comercial sin final claro, el think tank Libertad y Desarrollo (LYD) analizó una batería de 10 proyectos que persiguen retomar el desarrollo de la economía.
Al respecto EL DÍNAMO conversó con el economista de LYD y ex subsecretario de Economía, Tomás Flores, sobre las áreas que el equipo económico del presidente de la República, Gabriel Boric, debería priorizar.
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– ¿Cómo ve este anuncio de la batería de 10 proyectos que el gobierno va a agilizar en pro del crecimiento económico?
– Surge más como una reacción. El crecimiento económico no era parte muy relevante de la agenda de este gobierno. No lo fue al principio y no tenía una meta explícita de crecimiento, pero la situación agregó dos elementos. Uno, el bajo crecimiento de los últimos años, muy pegados al 2%, donde algunos como el Banco Central dan creciente alerta de que este crecimiento tendencial se ha seguido debilitando y eso se empieza a acumular. Y segundo, el fenómeno se agrava con la guerra comercial. El año antepasado se creó el Comité de Crecimiento Económico, por ejemplo, pero todo es reaccionario, expost. Y hay un mix de proyectos en trámite con diversos orígenes: unos heredados, otros propios, pero lo que percibimos es que tienen grado de dificultad muy diferente y ver lo que se va a obtener de cada uno no es una tarea fácil.
– En ese contexto ¿fue una buena decisión la baja del impuesto corporativo?
– Creo que sí, porque la reforma tributaria quedó herida en su inicio cuando fue rechazada la idea de legislar. Para qué avanzar en esas materias si ahora está lleno de incertidumbre por la guerra comercial. Es mejor concentrarse en el crecimiento.
– ¿Han sido suficiente las medidas correctivas?
– Hay proyectos complejísimos, pero otros que parecen más realizables. Como, por ejemplo, el subsidio a tasas de interés de los créditos de hipotecario. No es una bala de plata, pero le pondría urgencia, ya que no es tan fácil oponerse y puede funcionar. Pero hay otros que enfrentan fuerzas medievales, casi que astrales como la reforma a los notarios. Debe haber 14 proyectos de ley para reformarlo y ninguno de ellos ha logrado ser ley.
– ¿Y las medidas de apretarse el cinturón fiscal qué le parecen?
– Llega tarde, pero nuevamente hay una reacción. No solo los está mirando el CFA (el Consejo Fiscal Autónomo), sino que tienen a las agencias internacionales de riesgo encima y ahí efectivamente debes hacer algo, porque no es posible mantener la trayectoria de gasto como está hoy en día. Sobre todo, para el próximo gobierno.
– Quien asuma en La Moneda en el próximo periodo ¿qué camino debería tomar en cuanto a las medidas económicas?
– Deberían tomar algunos proyectos como están y hacerle las indicaciones que permitan que salgan lo antes posible. En gobiernos tan cortos de cuatro años no sirve partir de cero. Hay que ser bien salomónico.
– ¿Podrá el gobierno cumplir las promesas y avanzar en el tema permisología?
– Poco y la verdad que creo que el único y verdadero cambio del gobierno donde logró poner un pie y que fue marcador fue en la Reforma Previsional. Ese fue su triunfo.