
Están ocupando locaciones que han sido dejadas por operadores del retail y grandes superficies que otros comercios no están dispuestos a arrendar. Se trata de los bautizados mall chinos, recintos que se han tomado todas las comunas de Santiago y del país.
La noticia la semana pasada estuvo protagonizada por la cadena Super Lida, que cuenta con dos ubicaciones en Providencia, donde funcionaba hasta el año pasado la multitienda Falabella, y otra en Pedro de Valdivia en Ñuñoa. Esta última ubicación fue clausurada por el no pago de patente comercial.
La situación se suma al cierre de otro centro comercial chino en Osorno, esta vez por problemas con impuestos internos, según informaron medios de la zona y al cierre de otro de estos recintos en Limache, por problemas sanitarios.
En el caso de Osorno, según informó la radio Sago “el Servicio de Impuestos Internos clausuró temporalmente un centro comercial conocido como “mall chino”, ubicado frente a la Ruta 215 en la comuna de Osorno. De acuerdo a los antecedentes, la medida se adoptó tras una fiscalización que detectó un presunto incumplimiento a la normativa tributaria vigente”.
En la Quinta Región, en tanto, un recinto se cerró por condiciones sanitarias, tras comprobarse que no contaba con sistema de alcantarillado. En la misma región, pero en la Ligua también se cursó una multa, en este caso a una constructora, por iniciar las obras de un mall chino en ese sector sin contar con los permisos necesarios. En marzo, en Talca también se paralizaron las obras de un recinto de este tipo que se construía sin permiso de edificación.
Las primeras alertas sobre las condiciones en las que operan estos servicios las levantó la Multigremial Nacional. En marzo, el organismo entregó información a servicios públicos como el ministerio de Salud, del Trabajo, al Servicio de Impuestos Internos y al Servicio Nacional del Consumidor sobre las condiciones en las que operan estos recintos, acusando deficiencias en diversas áreas.
El gremio señaló que estos recintos operaban muchas veces sin sus permisos y con deficiencias en las condiciones tributarias, sanitarias y laborales. Entonces, el ministerio del Trabajo, mediante la entonces secretaria de Estado, Jeanette Jara, y Salud, por medio de Ximena Aguilera contestaron a la Multrigremial señalando que analizarían los antecedentes entregados.
Respecto a la clausura de Lida y las otras fiscalizaciones que puedan venir, el presidente del gremio, Juan Pablo Swett dijo a EL DÍNAMO que “el cierre del Mall Lida en Ñuñoa, más allá de un tema administrativo, vuelve a poner sobre la mesa el debate sobre los malls chinos y la competencia desleal que enfrentan muchos emprendedores y pymes formales en el país. No se trata de perseguir a nadie por su origen, sino de exigir las mismas reglas para todos: cumplir con patentes, pagar impuestos y respetar las normativas laborales. Hoy, miles de pequeños empresarios que sí cumplen, ven cómo su negocio se ve amenazado por una informalidad que se ha naturalizado en muchos rincones del comercio nacional a través de malls chinos que muchas veces operan sin emitir boletas y que obtienen patentes irregulares”
De acuerdo con una encuesta Cadem publicada en diciembre, un 77% de los consultados había comprado en un mall chino.