El Consejo Fiscal Autónomo (CFA) presentó su informe preliminar sobre el nuevo sistema de financiamiento público para la educación superior (FES) ante la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, donde dio cuenta del impacto fiscal de esta iniciativa.
El CFA indicó que el FES generaría un ahorro fiscal neto respecto a la situación actual, tanto bajo la línea (transacciones financieras que no afectan directamente el resultado fiscal del año, pero que pueden tener implicancias a largo plazo en la deuda pública), como sobre la línea (ingresos y gastos que afectan directamente el resultado fiscal del gobierno y se incluyen en el cálculo del Balance Estructural).
Sin embargo, este ahorro fiscal podría verse afectado si se cumple alguno de los cuatro riesgos detectados por los expertos, donde destaca el crecimiento de salarios.
Esto, ya que se podría ser distinto al calculado por la Dirección de Presupuestos (Dipres), que estima un crecimiento real anual del 2%, lo que podría afectar las contribuciones que realicen en el futuro los estudiantes que hayan financiado todo o parte de sus estudios con el FES.
Ante esto, esto se propone simular escenarios alternativos considerando un incremento real anual de los sueldos de 1,5% y otro de 1%. En esta línea, mostró su preocupación por la sostenibilidad fiscal del mecanismo si existe un alza de los usuarios con bajas o nulas contribuciones.
Asimismo, el CFA plantea que, pese a que el informe financiero del proyecto de ley asume que el FES es un activo financiero, hay incertidumbre respecto a la naturaleza fiscal del instrumento de su financiamiento. Por ello, se sugiere establecer una instancia de coordinación con organismos pertinentes para determinar con claridad la naturaleza fiscal de este instrumento y las normas apropiadas para su registro.