Han pasado un par de semanas desde la polémica que protagonizó Cualiffy, un sitio que fue creado por Andrés Rosenkranz donde es posible descargar un certificado que agrupa datos de el Servicio de Impuestos Internos, la Defensoría Penal Pública, licencias médicas, empresas en las que una personas trabajó, entre otros datos. Con eso, entregan a los usuarios una radiografía de su vida laboral.
A todo se accede por medio de la Clave Única, convirtiéndose en el primer “gallito” que tuvieron con la autoridad. La subsecretaria de Hacienda les exigió que sacaran el logo del Gobierno de su sitio web.
Pero todo empeoró cuando la Dirección del Trabajo (DT) abordó el polémico certificado y acusó que el uso de los antecedentes que se exponen puede ser discriminatorio en procesos laborales.
De acuerdo con datos proporcionados por la empresa, desde el 1 de julio de 2025 a la fecha se han registrado más de 105.454 visitas a la página web de Cualiffy, se han descargado más de 20.000 certificados, y actualmente cuenta con un total de 113 suscriptores, de los cuales 55 son empresas.
En conversación con EL DÍNAMO, Rosenkranz comentó que la idea de crear Cualiffy surgió de malas experiencia laborales que tuvieron él, sus amigos y conocidos. Su historia como emprendedor partió a los 17 años, organizando giras de estudios. Después hacía fiestas en casas en el sector oriente.
“Me creía el rey del mundo, porque ganaba plata, teniendo 20, 21 años”, relató. Quiso tener una discoteca en el centro de Santiago, en el barrio Lastarria, pero solo gastó y nunca la abrió. Años después se dedicó al arriendo de juegos inflables para cumpleaños. Ganó dinero, pero vino la pandemia. Entonces se dedicó a la venta de insumos médicos.
– ¿Cómo surgió la idea de Cualiffy?
– Por experiencias. Por injusticias. Yo veía dos lados. Tenía mucha gente que de repente por competencias no quedaba en los puestos de trabajo. Y también de repente la gente mentía mucho en su currículum. Me pasó una vez.
– ¿No es partir de la base de la desconfianza?
– Es que siempre se habla de las empresas, pero acá está la señora Juanita que se levanta a las cinco de la mañana y tiene un almacén, dos personas contratadas y no tiene área de recursos humanos. No área legal, nada. Al otro extremo, empresas como Cencosud, con un área de reclutamiento gigantesca que si contrata a alguien mal no pasa nada, pero a la señora Juanita sí le pasan cosas.
– Esto nació más de tu experiencia...
– Tenía amigos que no quedaban en procesos. Empecé a pegarle más oreja al tema y a escuchar a mucha gente: Yo miento en mi currículum. Le pongo esto. Le agrego esto. Yo nunca trabajé para alguien. Entonces empecé a hilar, a leer la historia. Como que era algo muy común. Imagínate estas en un proceso y las otras dos personas mintieron y no quedas.
– Pero ahí está la libertad de contratación y los criterios de Recursos Humanos…
– Es que ahí está el punto: ¿Cuántas empresas tienen áreas de recursos humanos?
– ¿Cómo opera Cualiffy? ¿Es un software?
– Empezamos a ver qué información era relevante para las personas, para poder destacarse. Pero nosotros no tenemos acceso a absolutamente nada. Tú sacas tu certificado. Te metes a la página web, eliges uno de los cinco certificados que hay, desde uno súper básico hasta los más completos donde salen las licencias médicas, no en el detalle solo la cantidad. A todo accedes mediante tu Clave Única, está encriptada y nosotros recolectamos toda la información si nos autorizas. Consolidamos eso en una presentación y te lo damos bien presentado para los fines que necesites.
– ¿Cómo opera la privacidad de los datos?
– Como usuarios aceptas todas las condiciones y está todo detallado en las políticas de privacidad.
– ¿No te parece que es delicado consolidar datos como el uso de licencias médicas?
– Cuando entras en una relación laboral no tiene nada de malo decir me pasó esto o esto otro. En el caso de las licencia por ejemplo, todos nos hemos enfermado.
– ¿Pero si el trabajador simplemente no quiere compartir esos datos como parte de su vida privada?
– Pero insisto. Esto es voluntario. Finalmente tú decides si quieres entregar estos datos. Las empresas no tienen acceso a tu información. Nunca la va a tener y solo accede a ella si tú se las entregas voluntariamente. Yo tampoco le doy tus datos a la empresa, no tengo como dárselos aunque venga y me los pida. Siempre pasa por la autorización de cada usuario.
Las polémicas
– El Ministerio de Hacienda les dijo que no deben utilizar la Clave Única con estos fines…
– Lo que pasa es que hay una zona gris en la Clave Única. Hay muchas empresas privadas que la ocupan y en nuestro caso, repito, opera solo cuando tú aceptas los términos y condiciones. Ahora lo que hicimos es que aumentamos los procesos aún más, siendo más rigurosos con esas autorizaciones.
– ¿Hubo algún cambio después de lo que dijo Hacienda?
– Sacamos el logo que teníamos. Pero insisto, y lo dicen los expertos, esta es una zona gris. Nosotros tenemos el mandato de la gente que accede a nuestro certificado y nos comprometemos a que, después de que nos llegue tu certificado, eliminamos tu Clave Única del sistema.
– Y lo que dijo la DT, respecto a que utilizar estos datos es discriminatorio. Ustedes acusaron una reacción política...
– ¿Pero por qué la gente no puede presentar el certificado voluntariamente? ¿Por qué prohibirle a la gente que se quiere destacar frente a otros candidatos? La DT no dijo nada nuevo.
– Dijo que podría ser discriminatorio considerar esos antecedentes en un proceso…
– Es que del otro lado, nosotros hablamos mucho con los head hunters y nos damos cuenta que la discriminación es inmanejable. Por cómo alguien tiene el pelo, por cómo viene vestido. Uno podría discriminar por millones de cosas, si la persona tiene auto o si tiene computador. Es imposible controlar a cada empresa en un proceso laboral si discriminó o no discriminó.
– ¿No te pareció mal marketing el asumir que los trabajadores mienten, que usan drogas? Habían videos así en su Instagram...
– Es que no se trata que las empresas son buenas y los trabajadores son malos.
– El marketing dejaba esa percepción…
– Es que no va por ahí, de verdad. Lo más probable que si yo quisiera vender mi auto, estás de acuerdo con el precio, el auto es el de tus sueños. Lo más probable que vayas a mirar el auto y bajar un Auto fact, después quizás lo mandes donde un mecánico y con esa data vas a tomar decisiones.