Uno de los centros más tradicionales de la bohemia porteña baja sus cortinas tras 21 años. Se trata del Bar El Irlandés, ubicado en Blanco 1279, el cual anunció su cierre apuntando a la crisis de seguridad que se vive en Valparaíso, a lo que se sumaron los estragos generados por la pandemia y el estallido social.
En una declaración pública, Nigel Gallagher, dueño del local, informó que “con sentimientos encontrados, quiero comunicar que ha llegado el momento de cerrar las puertas de El Irlandés. Esta decisión no ha sido fácil, pero responde al cierre de un ciclo que ha marcado profundamente nuestras vidas”.
“Hace 21 años, junto a mi esposa, abrimos este bar sin imaginar la hermosa aventura que estábamos iniciando. Con el tiempo, El Irlandés dejó de pertenecernos solo a nosotros y se transformó en un espacio compartido, lleno de vida, encuentros y memorias entrañables”, agregó.
Sin embargo, Gallagher recalcó que “el deterioro que ha sufrido Valparaíso en los últimos años. La falta de acción por parte de las autoridades ha afectado gravemente la seguridad y vitalidad de la ciudad. Esta realidad también ha influido en la difícil decisión que hoy comparto”.
Sobre el futuro de El Irlandés, puntualizó que está a la venta. “Si alguien desea continuar esta historia, estoy disponible para conversar. También estoy abierto a la posibilidad de sumar nuevos socios que compartan nuestra visión”.
Por su parte Víctor Ramírez, presidente de la Asociación de Locatarios Nocturnos de Valparaíso (Alnoval), lamentó el anuncio realizado por el dueño del bar, argumentando que “su partida apaga una luz más de los tantos locales de la bohemia porteña que se han ido cerrando a lo largo de estos años. Y la verdad que es una pena porque es un local muy entretenido, muy bonito, un local familiar, que el dueño con su esposa sacaron adelante con mucho esfuerzo”.
Sobre los cuestionamientos de Gallagher a la seguridad del sector del Barrio Bellavista, donde se ubica el local, Ramírez recalcó que “la gente llega a los locales, lo pasa bien, pero el problema es la salida, que es una cuna de ladrones. Los carros que están ahí, lo único que hacen es proteger a veces a los mismos ladrones”.
