
La Roja ya quedó eliminada del Mundial 2026 y ahora deberá jugar un partido aparte afuera de la cancha: la definición de contratos para un nuevo ciclo mundialista. Con unas arcas débiles de la ANFP y la devaluación del combinado nacional, cada nuevo desafío financiero será clave, como la firma de un nuevo entrenador para el banquillo de la selección.
Según los Estados Financieros de la ANFP, a los que EL DÍNAMO puedo acceder, el ente rector del fútbol chileno reportó casi $32.500 millones en ingresos de actividades en 2024.
Desglosando la cifra, $16.450 millones de los ingresos fueron por publicidad, $4.360 millones por vestuario deportivo, $47.515 millones por licencias, entre otros. Sectores que son claves en la negociación de los nuevos contratos de La Roja.
Por concepto de publicidad, MG Motos y BCI aparecen como dos empresas que aportan en dicho apartado. Respecto a la primera, reportes indican que su contrato corresponde al pago de US$ 11,6 millones por un acuerdo desde el 2023 hasta el 2026. Anualmente, equivale a unos US$ 2,9 millones.
Por su parte, BCI habría firmado un contrato que rodea los US$ 12 millones por cuatro años (2023-2026). Son alrededor de unos US$ 3 millones anuales que dejaría de percibir la ANFP en 2026.
Sobre el ítem de vestuario deportivo, Adidas es el encargado en ese aspecto. Al igual que la empresa bancaria, La Roja estableció una repartición de 3 millones de dólares anuales. El contrato suscrito fue de casi 15 millones en total para el período de 2021 a 2026, luego de la engorrosa salida de Nike como la empresa encargada de vestir a las selecciones.
Panini es otra de las empresas que en 2026 finalizan su convenio. A pesar de no mostrar su dato desglosado, es un contrato a considerar respecto a los $47.515 millones que se ingresaron por el uso de licencias.
El resto de contratos de La Roja que vencen en 2026 son SKY, Pedidos Ya y McDonald’s. Sin embargo, en los Estados Financieros ni otros reportes clarifican sus aportes individuales.
¿Cómo se distribuyen los dineros?
Los costos de actividades ordinarias ascienden a los $26.280 millones, según los Estados Financieros.
Dónde más se gasta es en la selección absoluta, donde se llega a los $10.325 millones. Lo siguen después el costo de actividades de cadetes ($7.330 millones), el Campeonato Nacional ($5.940 millones), las selecciones juveniles ($2.000 millones) y, finalmente, la selección femenina adulta ($657 millones).
Sin embargo, no es posible conocer los detalles de como se repartieron esos dineros específicamente. En diversos países del primer mundo -sobre todo en las cinco grandes ligas de fútbol- utilizan la separación entre las federaciones de fútbol y las ligas nacionales.
Uno de los casos más significativos es el español, donde tienen a la Real Federación Española de Fútbol y a LaLiga. Gracias a esta división, ambas instituciones pueden marcar claramente como se reparten los costos o aportes que hacen con sus distintos auspiciadores y dueños de derechos televisivos o de licencias.
En España la federación se centra en el crecimiento del fútbol no profesional, el fútbol femenino, el futsal, el fútbol playa, la selección absoluta y la Copa del Rey -el símil de la Copa Chile-, según reporta el diario Marca. Por su parte, LaLiga se enfoca solo en la primera y segunda división española. Aquello permite generar contratos específicos, que apuntan a objetivos claramente establecidos, en vez de ser un mar de ingresos y costos que suele ser más difícil mantener equilibrado y ordenado.
Importantes países en el fútbol como Francia e Inglaterra, así también el creciente mercado de Estados Unidos, funcionan con este sistema que separa ambas cuentas.