Se trata de un documento de 20 páginas en el que la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) presentó cargos contra el Coordinador Eléctrico Nacional (CEN) acusando a su plana ejecutiva y al directorio de omisiones que se habrían cometido en el año 2022 en relación con el funcionamiento de la central Nehuenco.
Los dardos apuntan tanto al organismo como a Colbún, la empresa controladora de esta central. El documento —al que EL DÍNAMO tuvo acceso en exclusiva— revela, además, una serie de desacuerdos de la generadora, ligada a la familia Matte, con las acusaciones formuladas.
El origen del conflicto se remonta a una serie de incumplimientos denunciados por la española Acciona Energía, que derivaron en la presentación de cargos por parte de la SEC contra el CEN y Colbún.
La controversia se inició tras las restricciones técnicas en Nehuenco informadas entre octubre de 2022 y diciembre de 2023, las cuales, según Acciona, generaron sobrecostos para el sistema y evidenciaron una actuación negligente por parte del Coordinador.
Las versiones contrapuestas recogidas en el expediente incluyen acusaciones sobre el rol del CEN, deficiencias en la entrega de antecedentes por parte de Colbún, sobrecostos para el Sistema Eléctrico Nacional, falta de profundidad en los criterios técnicos de las auditorías realizadas y un extenso intercambio de antecedentes entre las partes.
Sobrecostos para el sistema
Acciona Energía fue la primera en abrir la disputa, acusando que las restricciones técnicas impuestas por Colbún perjudicaron al sistema eléctrico. A su juicio, el Coordinador Eléctrico Nacional habría incurrido en un incumplimiento de la normativa vigente.
Una tercera empresa se sumó a la controversia: la Hidroeléctrica Río Lircay. Según se consigna en la formulación de cargos, esta compañía acusó que las restricciones operativas de Colbún “distorsionaron la operación del Sistema Eléctrico Nacional, afectando los costos marginales, las transacciones entre generadores y produciendo sustanciales costos sistémicos, con sus correspondientes cargos laterales, en abierta falta a la normativa. En ese sentido, hay una falta normativa por parte de Colbún, así como un abandono e incumplimiento de funciones por parte del Coordinador, que deben ser revisados e investigados por la Superintendencia”.
Acciona Energía agregó un punto clave: solicitó que se realicen “las reliquidaciones correspondientes en los balances de transferencias de energía del período comprendido entre octubre de 2022 y diciembre de 2023, ordenando, al menos, la devolución de los pagos laterales y de la remuneración por energía, potencia y servicios complementarios recibidos por Colbún, por concepto de despacho fuera de orden económico de sus centrales Nehuenco I y II, en virtud de las restricciones operacionales erróneamente informadas”.
Para dimensionar el impacto, la Asociación de Generadoras Renovables estimó la semana pasada, en un comunicado de prensa, que estos mayores cargos al sistema han implicado un costo de alrededor de US$16 millones, que han debido ser prorrateados entre todos los actores del sistema.
La formulación de cargos de la SEC sostiene que estos costos podrían llegar hasta los US$ 19 millones, según un informe externo elaborado por la firma ENC Consultants. Acciona, en tanto, los estimó entre US$14 millones y US$15 millones, de acuerdo con un análisis de KAS Ingeniería.
Los descargos de Colbún
El expediente también recoge los descargos presentados por Colbún frente a las acusaciones. Según la empresa, entre octubre de 2022 y diciembre de 2023, las centrales Nehuenco I y II operaron con restricciones en el número de arranques, “las cuales fueron informadas al Coordinador mediante múltiples comunicaciones, acompañadas de antecedentes técnicos por parte de Colbún para justificar y acreditar dichas limitaciones”.
La empresa también cuestionó la interpretación que el Coordinador hizo de la auditoría técnica, señalando que el informe “no detectó incumplimientos normativos” y que, “contrario a lo reprochado por el Coordinador, no se constató ninguna infracción a la normativa vigente”.
Fuentes cercanas a la empresa agregan que el criterio de Colbún ha sido actuar con responsabilidad en la mantención de Nehuenco y en la extensión de su vida útil, siguiendo las recomendaciones del fabricante de las unidades.
Esta central abastece aproximadamente al 8% del Sistema Eléctrico Nacional y ha iniciado dos procesos de mejoramiento. Uno de ellos tuvo lugar en 2023, y este año se aprobó una inversión de US$18 millones para todo el complejo Nehuenco, destinada a aumentar su flexibilidad —mayor número de arranques por día para adaptarse a la variabilidad solar y eólica— y mejorar su desempeño ambiental.
En 2018, Colbún invirtió otros US$10 millones en una planta de ósmosis inversa para reducir el consumo de agua, dada su creciente escasez. Además, este año puso en marcha una planta de hidrógeno verde en la central, destinada a sus procesos de enfriamiento.