Arauco concretó un financiamiento histórico de US$2.220 millones para llevar adelante Sucuriú, el proyecto con el que levantará en Brasil la planta de celulosa más grande del mundo construida en una sola etapa.
La operación de la forestal controlada por el grupo chileno Angelini fue coordinada por J.P. Morgan y contempla un préstamo de US$1.250 millones, coliderado por BID Invest y la IFC, con la participación de ocho bancos internacionales. A ello se suman US$970 millones respaldados por la agencia de crédito a la exportación Finnvera.
“Sucuriú no solo es una inversión histórica para Arauco, también es una apuesta por el desarrollo sostenible y la innovación en una región con enorme potencial como Mato Grosso do Sul”, señaló el CEO de la compañía, Cristián Infante, destacando que el respaldo de actores multilaterales valida la visión de largo plazo de la empresa.
El proyecto contempla una capacidad de 3,5 millones de toneladas anuales de celulosa blanqueada de fibra corta (BHKP), con un abastecimiento sustentado en 400 mil hectáreas de eucaliptos y un sistema de generación energética basado en biomasa. Se espera además producir 400 MW de energía renovable, de los cuales un 45% será inyectado a la red eléctrica de Brasil.
El impacto económico será significativo: se estima la creación de 14.000 empleos durante la construcción y otros 6.000 puestos permanentes en la fase de operación, con efectos transformadores en el municipio de Inocencia, en Mato Grosso do Sul.