Hace unos años, La Florida se abrió como una opción de inversiones para particulares y fondos de inversión, que un arquitecto chileno de reconocidas obras está explotando.
Se trata de Pablo Allamand, reconocido en Chile por haber gestado proyectos como el Santiago Dowtown. Ahora, el profesional tiene sus fichas y un equipo de cinco profesionales que apuestan por el mercado de lujo en Estados Unidos, específicamente en Miami: AGD Developers.
Allamand inició su sondeo del mercado hace más de 15 años, cuando en 2018 se instaló como un inversionista pasivo en bienes raíces. Según relata el grupo a EL DÍNAMO, partió en Miami con casas de segmento medio, luego con edificios de renta residencial y finalmente las viviendas de lujo.
El proyecto suma a sus socios Matías Daroch (Managing Director), Gerhardt Grill (Commercial Director), Dominique Allamand (Financial President) y Pablo Allamand Jr. (Board Member).
El poder adquisitivo mantiene la demanda en niveles históricos. “En el segmento de lujo las barreras de precios siguen rompiéndose, y la oferta se agota rápido. Eso nos obliga a estar siempre un paso adelante, diferenciando cada proyecto y entregando valor más allá de los metros cuadrados construidos”, afirman desde AGD.
¿Dónde y cuánto?
AGD se mueve en los barrios más exclusivos de Miami y desarrollan casas de alto estándar, con jacuzzi, ascensores privados, salas de wellness y walk-in closets de hasta 50 m². Las propiedades alcanzan los 1.200 m² construidos, con valores que van desde US$6 millones a US$14 millones en barrios como Pinecrest, Keystone Isles y Coconut Grove.
Las mansiones de la zona suman demanda de clientes que quieren eficiencia energética, automatización de todos los sistemas y claro, carga para los autos eléctricos.
Explican que la mayoría de los inversionistas adquiere terrenos o casas con potencial de demolición y reconstrucción en barrios de alta valorización, para luego levantar proyectos diseñados por MIK Architecture y ejecutados por AG General Contractor, donde se reúnen todos los socios.
La clientela de AGD es diversa, pero con un denominador común: alto patrimonio. “Hablamos de empresarios, artistas internacionales y ejecutivos de primer nivel. Muchos llegan desde Nueva York o California, otros desde América Latina y Europa. Generalmente compran en efectivo, aunque también recurren a financiamiento bancario o privado”, explica Gerhardt Grill.
“El objetivo es maximizar el retorno de la inversión para nuestros socios. Las inversiones suelen estructurarse mediante entidades como LLC, Corp o Trusts, ofreciendo protección de activos y optimización tributaria”, detalla Grill.
Desde la firma indican que el nicho de lujo mueve cifras multimillonarias. Las oficinas de corretaje más famosas declaran más de un billón de dólares anuales en ventas.