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US$ 500 millones en cosméticos ilegales: la otra cara del boom de la belleza en Chile

Con un desembolso de US$ 183 per cápita, Chile supera ampliamente el promedio latinoamericano de US$ 113 y exhibe un comportamiento distinto al del resto del continente.

La industria cosmética mueve US$ 3.600 millones al año en Chile. El mercado está en la mira de marcas internacionales y locales, que ven en la belleza y el cuidado personal uno de sus principales motores de crecimiento.

Ripley, Falabella, DBS, Preunic y Blush Bar son algunas de las cadenas que compiten por un consumidor que destaca en la región por su alto nivel de gasto.

Con un desembolso de US$ 183 per cápita, Chile supera ampliamente el promedio latinoamericano de US$ 113 y exhibe un comportamiento distinto al del resto del continente. Mientras en la región lideran las fragancias, en el mercado local el primer lugar lo ocupa el skincare, seguido de la perfumería. También sobresale que un 16% del consumo corresponde al cuidado masculino. Todas estas categorías superan al maquillaje, que se ubica recién en el cuarto lugar.

“Chile tiene espacio para productos de mayor valor agregado e innovación. Por eso vemos el interés de marcas como Sephora en ingresar al país y un constante flujo de nuevos lanzamientos”, afirma a EL DÍNAMO el presidente ejecutivo de la Cámara de la Industria Cosmética de Chile, Mauricio Hormann.

El ejecutivo destaca que el sector crece muy por sobre el PIB. “Hasta septiembre, nuestro rubro ha avanzado 8,1% en términos nominales y 4,85% en términos reales. Con la estacionalidad y la Navidad, proyectamos un crecimiento cercano al 10% nominal”. La industria en su conjunto representa el 1,6% del PIB base 2024.

El auge del contrabando

El crecimiento de los malls chinos y la expansión de canales informales mantienen en alerta a las empresas del rubro. Según los últimos datos de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), en estos centros comerciales un 25% de la oferta cosmética no especifica si los productos son originales, y 17,7% vende falsificaciones. Además, casi un tercio de los cosméticos no cuenta con certificación del Instituto de Salud Pública (ISP).

El contrabando y la evasión tributaria se han duplicado en volumen durante el último año, alcanzando US$ 500 millones en pérdidas fiscales, casi el doble que en mercados como Perú.

Pero el impacto económico no es la única preocupación. Autoridades sanitarias internacionales -incluida la FDA de Estados Unidos- han advertido sobre la presencia de metales pesados en maquillajes. Productos sin registro sanitario pueden contener mercurio, arsénico o plomo, y se elaboran muchas veces en condiciones precarias que se han viralizado en redes sociales.

Las cifras del Servicio Nacional de Aduanas confirman esta tendencia: mientras en 2023 se decomisaron 161.676 unidades de maquillaje, en 2024 la cifra aumentó 140%, llegando a 389.498 unidades.

“Esto representa un riesgo grave para la salud, desde calvicie hasta ceguera. Por eso esperamos un trabajo mucho más coordinado entre todas las instituciones”, concluye Hormann.

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