Tras la visita de Paola Capelli, las dos amigas se ubicaron a un costado de la piscina para ver si llegaban a un punto medio y poder solucionar los problemas que arrastraban. “Yo sé que nos hemos peleado y no es que yo no te quiera. Te amo, te adoro y todo, pero de repente nos chiflamos“, señalaba la chilota.
“Sé que voy a contar contigo siempre, para todas las hueás, pero a nosotras a veces nos hace daño estar muy juntas. A lo mejor tenemos que hacer un break”, agregó.
Pese a sus buenas palabras, de igual manera Cony criticó las incongruencias e inconsecuencias de Pincoya que, al final, terminaban dañándola. “A mí no me molesta que tú hables con ellos, a mí me molestan las incongruencias, porque después me señalan a mí, dicen ah, la Pincoya está en buena conmigo, es ella la que le mete hueás en la cabeza“, aclaró.
“Tú lo primero que hiciste fue distanciarte de mí, no quisiste conversar conmigo, pero sí con la Francisca, que es una persona que te hizo hueás horribles”, insistió.
La mentira
En medio de la conversación, Cony le aseguró a Pincoya que ella nunca solicitó su expulsión de Gran Hermano y que jamás dijo que la había agredido.
“Yo nunca pedí oficialmente que te expulsaran. Me fui a descargar al confesionario, salí y le dije a Nacha (Michelson) la Pincoya no me agredió, simplemente me tomó del brazo para decirme algo y yo me asusté, porque me apretaste fuerte”, explicó.
Pero en el mismo programa recordaron las imágenes donde Cony fue al confesionario a acusar que fue empujada por Pincoya, por lo que “quiero saber qué va a pasar, o se va ella o me voy yo. No me importa nada”.
Tras la cena de desagravio, se especuló con un regreso a la política de Longueira integrando un eventual gabinete de Kast o peleando la dirección de la UDI, partido al que renunció en 2021. Sin embargo, el camino del ex ministro parece estar lejos de ambas opciones.
El abogado de Karol Cariola, Juan Carlos Manríquez, valoró que "la senadora electa ha cumplido con entregar todas las respuestas que se le han pedido".
El extraño caso de Cristian Castro es, finalmente, el de un artista que perdió el centro, vagó por los bordes y regresó sin pedir permiso. No volvió a través de un hit nuevo ni de una estrategia de marketing: lo hizo mediante algo más simple y más raro -una autenticidad torpe, luminosa e irresistible, respaldada por una carrera que, vista desde hoy, nunca dejó de importar.
El crudo será transportado a este lado de la cordillera a través del Oleoducto Trasandino de más de 400 kilómetros de extensión y que se construyó en la década de los 90.