Tras seis meses en pantalla, este domingo 3 de noviembre, el reality de canal 13, ¿Ganar o Servir?, llegará a su fin con una impactante prueba que enfrentará a Pangal Andrade y Francisco Saavedra.
Según reveló el programa, esta final estará dividida en dos duelos que se realizarán en vivo. Uno enfrentará a Oriana Marzoli y Rai Cerda para definir al ganador o ganadora del público y el otro enfrentará a Andrade y Rodríguez para disputar el primer lugar de la competencia.
La gran final comenzará a las 21:00 horas y tendrá la conducción Sergio Lagos y Karla Constant.
Alexis Zamora, gerente de contenidos del 13, contó que la última prueba durará unos 30 minutos y será muy desafiante.
“La competencia ocupará toda el área de pruebas, con secciones de equilibrio, ingenio, destreza, fuerza y habilidad y tendrá un tamaño de 40 metros de ancho por 40 de largo y 13 de altura“, destacó.
Junto a ello, el ejecutivo explicó que la prueba está creada para ver quién es el jugador más completo. “Queremos crear tensión dramática donde cualquiera pueda tomar ventaja en cualquier momento, sin certezas hasta el último instante”, explicó.
En tanto, Karla Constant, expresó que “la gente me pregunta por su favorito, y yo estoy tan ansiosa como ellos. Será una prueba tipo coliseo, llena de etapas que mantendrán la expectativa hasta que uno tome la antorcha final”.
El ganador del reality ¿Ganar o Servir? se llevará 20 millones de pesos, mientras que el ganador del público se llevará un viaje a Cancún all inclusive.
"Invito a todos los chilenos y chilenas a votar y a hacerse parte del futuro, porque al final del día, en el voto es donde nos reconocemos también como iguales, donde nos hacemos parte de un destino común", cerró el mandatario.
Además, enumeró otras irregularidades de carácter administrativo, como la falta de control de turnos y la ausencia de validación de remuneraciones de los profesionales técnicos.
El máximo órgano encargado de la justicia canónica en la Iglesia Católica entregó los argumentos por los cuales tomó la decisión de anular la sanción de los jesuítas al sacerdote.
Para la ex ministra del Interior, "que seas democrático no te garantiza que vas a promover valores democráticos. Yo creo que en una democracia, tú no cambias radicalmente en un gobierno nada, pero lo que haces es que inclinas la aguja en una dirección y otra".
El caso Muñeca Bielorrusa más que un problema aislado, muestra por qué Chile no puede darse el lujo de tener instituciones capturables o permeables a intereses indebidos. Cuando los estándares se vuelven opacos o discrecionales, la economía deja de operar sobre reglas y empieza a operar sobre relaciones.