Tras años alejado del medio, el director Nicolás López vuelve a vincularse a una producción nacional, aunque en un papel acotado. Condenado en 2022 por dos delitos de abuso sexual, López participó en la postproducción de El Show de las Javis, un espacio de conversación y comedia conducido por Javiera Acevedo y Javiera Díaz de Valdés, emitido a través de YouTube.
La iniciativa nació desde la propia Díaz de Valdés, quien buscaba recrear el espíritu de la recordada dupla “Vicky y la Gaby” junto a Acevedo.
La dirección y los guiones fueron asumidos por el actor y director Héctor Morales, quien criticó en 2018 al cineasta tras sus denuncias: “Todo el apoyo y fuerza a valientes compañeras actrices que hoy por fin pueden hablar y ser escuchadas”.
Por su parte, Javiera Díaz de Valdés declaró en la causa en calidad de testigo, aseverando que “no fui víctima y no tenía nada que aportar en el caso de Nicolás López”.
Según informó The Clinic, fue en ese proceso apareció el nombre de López, aunque su participación fue pura y exclusivamente técnica. Se trató de una asesoría externa en el uso de tecnologías emergentes, como sets virtuales con acabado fotorrealista e inteligencia artificial aplicada a la postproducción. No intervino en el desarrollo creativo ni en decisiones narrativas.
“Estamos muy interesados en estas tecnologías y estamos experimentando en distintas áreas para conseguir una diferenciación importante en el mercado”, explicó el promotor del programa, Benjamín Ferrer. La colaboración con el programa de Acevedo y Díaz de Valdés marca el primer vínculo de López con una producción chilena tras su condena.
En 2022, fue sentenciado a cinco años y un día de cárcel por abusos cometidos en 2015 y 2016, luego de que un reportaje de Revista Sábado revelara múltiples testimonios en su contra. La Corte Suprema revisó el fallo en 2023: mantuvo su culpabilidad, pero redujo la pena a dos condenas de tres años y un día, bajo el régimen de libertad vigilada intensiva.
El director de Qué pena tu vida alcanzó a cumplir parte de su condena en prisión, transformando su caso en uno de los más notorios del movimiento #MeToo en Chile.