
La influencer y empresaria estadounidense Kim Kardashian aseguró que “estaba segura que iba a morir”, al prestar declaración este martes en el juicio que se sigue en París, Francia, a los autores del asalto a mano armada en el que le robaron joyas valoradas en cerca de 10 millones de dólares durante la Semana de la Moda, en 2016.
Entre lágrimas, la celebridad aseguró que “pensé que me iban a matar, absolutamente“, y recordó que les dijo a los asaltantes que “tengo bebés, tengo que volver a casa, tengo bebés“.
La socialité ratificó que todo ocurrió mientras ella dormía en la habitación de un hotel parisino y confirmó que, tras ser despertada por los delincuentes, “estaba segura que me iban a disparar. Cerré los ojos y recé por mi familia, por mi hermana. Pensaba que iban a encontrarme muerta en la cama“, reconoció.
De acuerdo con el reporte del hecho que entregó Kim Kardashian en 2016, el día 3 de octubre cinco individuos entraron a la fuerza en su habitación, la amenazaron con armas de fuego, la inmovilizaron y en menos de diez minutos le robaron joyas avaluadas en unos 10 millones de dólares.
El robo a Kim Kardashian incluyó un anillo valorado en cuatro millones de dólares
Durante su declaración, la también modelo detalló que entre lo que le sustrajeron los delicuentes se encuentra el anillo de compromiso que le había regalado su entonces esposo Kayne West, el que tenía un valor de cuatro millones de la moneda estadounidense y nunca fue recuperado.
Además, admitió que cuando uno de los sujetos la amarraba a la cama se le cayó el batín y quedó desnuda, “y ahí pensé que me iban a violar. Me preparé mentalmente para eso“, recordó.
Dijo también que a raíz de ese episodio modificó de forma radical su seguridad personal y admitió que en la actualidad necesita tener en su casa un equipo de seguridad durante la noche para poder dormir tranquila.
En total nueve hombre y una mujer están siendo juzgados en París por el robo a Kim Kardashian y, aunque dos de ellos admitieron algunos de los cargos en su contra, los otros ocho aseguran que no tomaron parte en el delito.
Los imputados, cuyas edades fluctúan entre los 35 y los 78 años de edad, están acusados de robo con violencia, secuestro y asociación delictual.
Se espera que el juicio se prolongue hasta el próximo 22 de mayo y que al día siguiente se entregue el veredicto.