La mantequilla con sal, la favorita de la mayoría nació de la necesidad de conservar por más tiempo la mantequilla. La mantequilla sin sal también nació de la necesidad de conservar algo de la crema que de otra forma se perdería al fermentar. Eran tiempos sin refrigerador. Hoy ya no hacemos mantequilla en la casa aunque sigue valiendo la pena.
Si no me cree, vea este video que lo explica paso a paso, aunque le falta el paso donde se le pone la sal, que es al final cuando ya se ha lavado en agua fría.
A propósito de mantequilla, obviamente que una de las cosas más ricas que pueda comer el ser humano es el pan con mantequilla. Pero el resultado del magnífico bocadillo varía enormemente dependiendo del pan y también de la mantequilla.
Por esta vez, concentrémonos en la mantequilla que se puede encontrar en un supermercado de Santiago.
Para salir de las dudas sobre cuál mantequilla es la más rica, diseñé un test que no es científico (para empezar, no es ciego) y que no contempla los precios que varían entre los 2.940 y los 4.790 pesos por panes de 200 a 250 grs. de ocho mantequillas locales y dos importadas. Simplemente es un ranking express de las mantequillas que se pueden encontrar en supermercados de Santiago.
Partí oliendo. En cuanto al aroma, la peor lejos fue la President que olía a queso barato algo rancio. Además es demasiado blanca para nuestro mercado, lo que la hace aún menos familiar. Eliminada. De las nueve que quedaban (como los perritos) las que mejor olían fueron las Futaleufú y la Ecoterra que le encontré hasta una nota remota a vainilla.
En cuanto a lo principal, que sin duda es el sabor, las probé con miga de pan lo más neutro posible porque aunque deliciosa, la mantequilla no es para comérsela solita como la Salsital.
La Futaleufú algo deshabrida, un 5,3. La Colún, que se podría describir como la que tiene un sabor tradicional chileno, le pongo un 6,3. La Kumey que dice ser de campo tiene algo de almendrada, muy rica, un 6,7; la Rumay es excesivamente salada, rica pero no la voy a volver a comprar, un 5,6.
La Soprole es correcta, neutra y, en resumen, un poco fome, un 5,8. Igual que la Quillayes, que es correcta pero que no sorprende en ningún aspecto salvo por lo feo y anticuado de su envoltorio, un 5,7. Los Alerces cae en esta misma categoría. No sorprende.
Pero ojo al charqui. La Kerrygold que aunque cara porque viene de Irlanda, tiene una textura impecable, la sal justa y el sabor entre la leche y el queso, levemente dulce. Para ella un 6,7.
Finalmente la Ecoterra resultó la segunda en textura, pero la mejor en sabor con notas leves a campo, entre tierra y pasto. Un 6,8. Deliciosa.