Gobierno de Francia supera tres mociones de censura en un mismo día y mantiene su continuidad
Por primera vez, un gobierno francés enfrenta tres intentos de ser sacado del poder en una misma jornada.
Por Rafael Carneiro
En junio, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, perdió la mayoría absoluta en las elecciones legislativas de junio. AGENCIA UNO/ ARCHIVO
El gobierno de Francia salvó su continuidad después de haber superado tres mociones de censura, dos de la izquierda y otra de la derecha conservadora, pero dejó patente que su falta de mayoría absoluta en las cámaras le mantiene en situación de debilidad.
La primera fue presentada por la izquierda y obtuvo 239 apoyos, a 50 de la mayoría absoluta que habría obligado al Ejecutivo a dimitir, mientras que la de la derecha conservadora recabó 90.
La censura al gobierno fue presentada después de que la primera ministra, Elisabeth Borne, recurriera a finales de la semana pasada a un mecanismo constitucional para aprobar los presupuestos de 2023, que de esta forma quedan aprobados.
La tercera de las mociones, también a cargo de la izquierda, fue presentada por la decisión gubernamental de forzar la adopción sin voto de las cuentas de la Seguridad Social. Fue rechazada solo con 150 votos, los de los nacidos que la presentaron.
Si el rechazo de las tres mociones era bastante previsible, lo fue menos que la líder de la derecha conservadora Marine Le Pen anunciara su respaldo a una de las presentadas por la izquierda, maniobra que algunos analizaron como un intento de lavar más la imagen de su partido.
Le Pen dijo que la situación “crítica” que vive el país justifica que se dejen a un lado las diferencias ideológicas que mantienen con la izquierda y afirmó que no teme las amenazas de disolución de las cámaras y convocatoria de legislativas lanzadas por el presidente, Emmanuel Macron, en caso de censura al gobierno.
La maniobra dejó al Ejecutivo a expensas de los votos de los 62 parlamentarios del grupo conservador moderado Los Republicanos, quienes a vista de las encuestas, son los menos interesados a regresar a las urnas.
Ese grupo, inmerso en un profundo proceso de renovación y en busca de un nuevo liderazgo después de la debacle de su candidatura de Valérie Pécresse en las elecciones presidenciales de abril, ya había anunciado que no respaldaría ninguna de las dos mociones de censura, pese a las diferencias que mantiene con el gobierno.
Más que nunca, ahora Macron debe contar con esos diputados para avanzar, después de haber perdido la mayoría absoluta en las legislativas de junio.
Una situación que le impidió obtener respaldo suficiente para sacar adelante las cuentas del próximo año, lo que le obligó a recurrir al mecanismo constitucional que abrió las puertas a las mociones de censura.
“Quienes voten la censura están en contra de limitar la subida de la electricidad, de revalorizar el sueldo de los maestros, de invertir en nuestras Fuerzas Armadas y nuestra policía, de exponer a las clases más desfavorecidas y debilitar a las clases medias”, dijo Borne.
