
El Tribunal Constitucional de Corea del Sur destituyó este viernes al presidente Yoon Suk-yeol. De esta manera, la Corte Suprema ratificó la decisión que había adoptado el Parlamento de removerlo en diciembre pasado tras la breve declaración de ley marcial, la cual provocó una agitación política.
Los ocho jueces de la corte votaron unánimemente a favor de la destitución, lo que permitirá celebrar elecciones presidenciales anticipadas en 60 días, mientras el ex mandatario será enjuiciado penalmente por cargos como abuso de poder.
Esto se da en medio de la incertidumbre generada por la guerra comercial, donde Corea del Sur ha sido un aliado histórico de Estados Unidos.
“Estoy profundamente agradecido a todos los que me apoyaron y animaron, a pesar de mis muchas deficiencias”, indicó Yoon en un comunicado leído por sus abogados una vez se conoció el veredicto en su contra, según recogió BBC. “Lamento profundamente no haber podido cumplir con sus expectativas”.
El futuro para el destituido presidente de Corea del Sur
La medida causó alivio entre autoridades parlamentarias coreanas, quienes temían que el removido mandatario podría haber intentado imponer nuevamente la ley marcial. El ex presidente había sido arrestado en enero por un juicio separado bajo cargos de insurrección, siendo liberado en marzo.
Sin embargo, la decisión ha sido altamente divisiva a nivel país. Manifestantes se volcaron a las calles, tanto a favor como en contra de la sentencia.
Por el momento, Yoon mantiene otros procedimientos legales pendientes. Esto incluye el juicio donde es acusado de conspirar por incitar una insurrección con el ex ministro de Defensa, Kim Yong Hyun, y otros aliados en su avanzada por activar la ley marcial.
El ex presidente de Corea del Sur arriesga cadena perpetua o pena capital. Sin embargo, aquellos castigos no se aplican desde 1997.