
El Consejo de Estado (Ejecutivo) de China apunta a Estados Unidos entre los posibles causantes del origen del Covid-19 tras finalizar su investigación acerca del tema. El emplazamiento se realizó mediante un documento que defendía las conclusiones del estudio realizado en conjunto con la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2021, sugiriendo que el virus “pudo haber aparecido antes” en Norteamérica.
El archivo, denominado Libro Blanco sobre las Acciones y la Posición de China sobre la Prevención y el Control del Covid-19 y Rastreo del Origen del Virus, resalta especialmente la posibilidad de que el germen llegó hasta Wuhan desde el extranjero con un desperfecto en la mantención de la cadena de frío, teniendo como origen Estados Unidos.
En la mencionada investigación de 2021 se señalaba como “posible a muy probable” la introducción de un huésped intermediario en el origen del virus; de “posible a probable” la propagación directa de enfermedades zoonóticas -enfermedades que pasan de un animal a humanos-; como “posible” que su introducción fuera a través de productos de la cadena de frío, y, finalmente, “extremadamente improbable” que el origen fuera una fuga de laboratorio.
El estallido de la pandemia coincidió con el último año del primer mandato de Donald Trump, quien en este segundo período ha apuntado a China en su guerra comercial.
Beijing, por su parte, define como “un eslabón débil en la gobernanza sanitaria global” al país norteamericano. Además, lo acusa de estigmatizar a China y transformarla en “cabeza de turco” y de “tratar de desviar la atención“, politizando el origen del Covid-19.
Finalmente, el libro blanco advierte que “debería llevarse a cabo una investigación en profundidad sobre los orígenes del virus en Estados Unidos” y llama a Washington a ofrecer “una respuesta responsable” frente a lo que califica como una “preocupación razonable” de la comunidad internacional.