El uruguayo Daniel Fernández Strauch, uno de los 16 sobrevivientes del llamado milagro de Los Andes, falleció este jueves a los 79 años de edad, según confirmó Gustavo Zerbino, otro de los protagonistas del hecho que remeció al mundo en 1972.
El hecho ocurrió en octubre de ese año, luego de que un avión de la Fuerza Aérea de Uruguay que trasladaba a 45 personas a Chile -entre ellas los jugadores de un equipo de rugby- se estrelló en la Cordillera de Los Andes.
Los sobrevivientes permanecieron junto a lo que quedó de la aeronave y debieron alimentarse con los restos de los fallecidos para sobrevivir en condiciones extremas.
Únicamente cuando mejoraron las condiciones climáticas dos de los jóvenes, Nando Parranda y Roberto Canessa, consiguieron descender desde la montaña y tras varios de marcha lograron contactar a un arriero que los ayudó.
En el intertanto, en Chile se habían suspendido las labores de búsqueda de la aeronave, por lo que la aparición de los sobrevivientes fue calificado como un milagro. Posteriormente se organizó el rescate del resto de los jóvenes que permanecían en la cordillera.
La historia que conmovió al mundo entera sirvió de argumento para la exitosa película La Sociedad de la Nieve que estrenó Netflix en 2023.
Quién era Daniel Fernández Strauch, uno de los sobrevivientes del milagro de Los Andes
Al momento del accidente Daniel Fernández Strauch tenía 26 años y se transformó en el cuarto de los sobrevivientes en fallecer. Javier Methol murió en 2015, José Luis Inciarte lo hizo en 2023 y a inicios de este año falleció Álvaro Mangino.
De profesión ingeniero agrónomo, estaba enfermo desde hace mucho tiempo, según confirmaron sus cercanos. “Daniel se marchó, pero no sin antes pelearla, como hizo toda su vida, dando ejemplo“, escribió en redes sociales J.A. Bayona, director de la mencionada película.
El cineasta recordó que “en la montaña le tocó asumir un papel muy difícil”, ya que junto a sus primos Eduardo y Adolfo Strauch estaba encargado de distribuir los alimentos entre los sobrevivientes, a partir de los cuerpos de los fallecidos.
El mismo Daniel Fernández Strauch reconoció hace un par de años que esa labor era “la tarea más horrible de todas”.
