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Inmigración, protestas raciales y la presidencia de EEUU: lo que hay detrás del toque de queda en Los Ángeles

El uso del toque de queda podría tener tintes de batalla política y no estrictamente por los desmanes.

La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, declaró el estado de emergencia local y estableció un toque de queda nocturno en el centro de la ciudad. La medida fue anunciada luego de varios días de protestas y disturbios con motivo de mostrarse en contra de las redadas migratorias que ha ordenado el presidente Donald Trump, quien incluso desplegó la Guardia Nacional en el estado de California.

La ciudad de Los Ángeles y el estado de California son sectores en Estados Unidos con ideas liberales y de tendencias demócratas, que van en contra de las conservadoras presentadas por el partido Republicano. En ese sentido, movilizaciones con distintos motivos han provocado el uso del toque de queda en dicha región que presentan similitudes a la actual.

“Por los antecedentes que hay, ya que se ha utilizado muchas veces y se ha desbordado de manera enorme en protestas de mucho mayor envergadura que ésta, (esta vez) es para anticiparse a lo que pueda pasar y para poder contener a tiempo“, dijo a EL DÍNAMO el analista internacional de la Universidad Central y ex embajador del Servicio Exterior de Chile, Samuel Fernández, sobre el motivo de su implementación.

El año 1992 se tuvo que aplicar uno de los toques de queda más violentos en la historia moderna de Los Ángeles. La absolución de cuatro policías acusados de golpear brutalmente a Rodney King, un taxista afroamericano, generó uno de los peores disturbios urbanos en la historia de Estados Unidos, que terminó con 63 personas muertas y más de 2.000 heridos. En ese entonces, la medida de restricción se aplicó a toda el área metropolitana.  

El último antecedente ocurrió a finales de mayo e inicios de junio de 2020, debido a las protestas por el asesinato de George Floyd a manos de policías en Minneapolis. En dicha oportunidad, toda la ciudad y el condado de Los Ángeles entró en toque de queda, a diferencia del actual que es solamente en el centro. Alrededor de 2.500 arrestos se contabilizaron por personas que no cumplieron la medida.

Las implicancias políticas

Para Fernández este caso tiene un tinte diferente a los otros a nivel político: “Es algo que ya no es solamente en el caso de California y específicamente en la ciudad de Los Ángeles, sino que puede tomar mayor amplitud”.

El motivo tiene que ver con “el peso que tiene California en este momento”. El estado se ha erigido en los últimas semanas como el principal opositor interno de la administración Trump, con su gobernador, Gavin Newsom, luego de la dura caída política de Joe Biden y Kamala Harris.

(Newsom) se está perfilando, quiere ser uno de los postulantes de los demócratas a la presidencia. Se está buscando, porque no hay ningún otro líder”, explica el analista internacional de la Universidad Central. “Les quedan tres años y medio, nada más, no hay una reelección, no hay otros líderes y se tiene que crear uno“.

Si bien la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, es la que estableció el toque de queda, también es parte del partido Demócrata. Al no presentar la violencia que otras movilizaciones sí lo han hecho, Fernández concluye que la verdadera discusión está entre líneas: “Las marchas no son las que hacen problema en la política fuerte, sino es cómo se capitaliza, y para qué lado, lo que está pasando”.

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