La próxima cumbre del BRICS del 6 y 7 de julio en Río de Janeiro sufrirá la ausencia de los dos líderes más importantes de la agrupación, los presidentes de China y Rusia: Xi Jinping y Vladimir Putin, respectivamente.
Dos bajas que pesarán en el debate al que se someterá al grupo respecto a la situación de Irán, uno de sus aliados en Medio Oriente, tras el conflicto contra Israel y Estados Unidos.
Será la primera vez que Xi no asistirá a la cita. En su lugar, lo más probable, es que asista el primer ministro Li Qiang. Beijing atribuyó su baja a un conflicto de agenda, aunque también se especula que las frecuentes reuniones el último año con Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, también influyeron.
Por su parte, Putin no acudirá por su temor a ser detenido al tener encima una condena por crímenes de guerra de la Corte Penal Internacional, un argumento que ya ha usado para ausentarse de otras citas. Para este caso particular, Moscú explicó que la decisión fue adoptada por la falta de claridad sobre la posición de Brasil acerca de la orden de detención.
El asesor de política exterior de Lula, Celso Amorim, aseguró en diálogo con BBC Brasil que la cuestión de Irán e Israel se trata de una emergencia al mismo nivel de “la crisis de los misiles durante la Guerra Fría”, por lo que hay una alta expectación respecto a la declaración final del BRICS al respecto. “Lo que se ataca ahora no es solo Irán, sino el orden internacional“, añadió.
Anteriormente, la agrupación ya ha condenado ataques a las instalaciones nucleares iraníes, expresando su “profunda preocupación” por las ofensivas contra instalaciones nucleares “de carácter pacífico“.
Ahora las especulaciones se centran en quién enviará Irán a Río de Janeiro y si realmente alguien hará presencia. Desde 2024 que Irán es miembro del grupo y su presencia podría influir directamente en las declaraciones finales del bloque BRICS.
¿Irá el presidente Boric a la cumbre del BRICS?
El presidente Gabriel Boric fue citado a la próxima cumbre del BRICS en calidad de país invitado, lo que ha generado polémicas al respecto. Un día antes del anuncio de la tregua entre Irán e Israel, el mandatario junto al canciller, Alberto van Klaveren, indicaron que la decisión final de asistir podría variar.
Los dos factores que podían incidir era una potencial escalda del conflicto, que terminó con un cese al fuego, o que otros líderes mundiales se resten en masa de la cita. Al no darse eso, el mandatario todavía tendría confirmada su asistencia.
Sin embargo, con el nacimiento de su hija Violeta la postura podría cambiar, situación de la cual aún no se ha pronunciado.