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El cambio climático tiene su primera víctima: el hundimiento de Tuvalu y el éxodo de su población

Casi el 80% de su población participó en un sorteo para escapar a Australia, en un acuerdo firmado por ambos países.

En el medio del Pacífico, a 4.000 kilómetros de Hawái y de Australia, se ubica Tuvalu, un pequeño país insular de Oceanía integrado dentro de la Polinesia. Un destino que no es muy reconocido, salvo por una alarmante situación que atraviesa: su territorio se hunde y su población huye. Es que el cambio climático ha elevado el nivel del mar que lo rodea, dejando en incertidumbre el futuro de la isla.

La situación es crítica y sus países cercanos también lo saben. Esta semana Australia concedió los primeros visados para refugiados a 280 ciudadano tuvaluanos, como parte de un tratado de asistencia firmado entre los dos países. Según autoridades australianas, más del 78% de la población de Tuvalu —unos 8.750 de sus 11.200 habitantesse anotaron para participar en el sorteo.

“Debido a la cantidad limitada de visados, no todos los solicitantes pueden obtener uno. Es normal sentirse decepcionado si no resulta seleccionado. Pero no se preocupe, la votación se repetirá el próximo año y en los años siguientes“, señaló el Alto Comisionado de Australia en el país.

Tuvalu está conformado por tres islas coralinas y seis atolones, donde su punto más alto no logra superar los cinco metros sobre el nivel del mar. Sus habitantes viven con la amenaza constante de que algún próximo temporal o una crecida importante los obligue a abandonar todo.

Si el calentamiento global no se revierte, se estima que el país podría quedar totalmente sumergido antes de fin de siglo. Pérdida de tierras costeras, cultivos arruinados por la salinización, viviendas inundadas y escasez de agua potable son algunas de las consecuencias que ya se hacen notar en el país.

Tuvalu se niega a abandonarse a sí misma

A pesar del riego inminente, el gobierno de Tuvalu reafirmó a la ONU que no está dispuesto a abandonar su territorio en la Cumbre de los Océanos celebrada en Francia el 12 de junio pasado.

“Tenemos que ser capaces de seguir existiendo como país. Dejar nuestras islas no es una opción. Creemos que esta tierra nos la entregó Dios y tenemos la intención de quedarnos“, dijo en aquella oportunidad el primer ministro Feleti Teo.

El mandatario solicitó a la comunidad internacional se acelere la liberación de fondos de adaptación climática, ante la demora de los mecanismos financieros actuales: “Nos frustra la lentitud con la que se desembolsan los recursos“. El costo estimado para poder mitigar los efectos del cambio climático ronda los 400 millones de dólares.

Con una superficie total de apenas 26 km², ya en 2050 Tuvalu podría sufrir inundaciones recurrentes del 20% de su territorio, incluso en los escenarios más optimistas del calentamiento global. “Queremos que nos escuchen, aunque seamos pequeños y no tengamos poder de presión. Tenemos que seguir presionando“, aseguró Teo.

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