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Por qué se suspendió temporalmente la deportación de Kilmar Ábrego a Uganda

Sus abogados indican que el intento de deportación es una forma de “castigarlo y mantenerlo detenido”.

Una jueza federal detuvo la deportación a Uganda de manera temporal del salvadoreño Kilmar Ábrego García y ordenó al Gobierno del presidente Donald Trump a mantenerlo en Estados Unidos mientras evalúa una nueva impugnación legal contra los planes de enviarlo a África.

Una de las opciones que trascendió por la prensa era enviarlo a Costa Rica, donde no tendría problemas legales.

En una breve audiencia, la jueza federal del Distrito de Maryland Paula Xinis afirmó que extenderá la suspensión de la expulsión del salvadoreño detenido este lunes por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE).

Xinis, quien en abril ordenó a la administración Trump que facilitara el regreso de Ábrego desde El Salvador, tras ser deportado allí por un “error administrativo“, preguntó si la Casa Blanca comprendía que tenía prohibido expulsar al inmigrante del territorio continental estadounidense, a lo que el abogado del Gobierno estadounidense contestó que sí, según recogió Político.

Sin embargo, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristy Noem, aseguró en un comunicado que ICE “está procesando” la deportación de Ábrego, quien enfrenta además un proceso por cargos de tráfico de inmigrantes.

Los defensores Ábrego habían solicitado una moción de emergencia para detener su expulsión bajo la amenaza estadounidense de su deportación a Uganda o aceptar un acuerdo de culpabilidad en el caso de tráfico humano que le permitiese ser deportado a Costa Rica, donde tendría garantías de ser un ciudadano libre.

Que lo deporten a Costa Rica no es justicia. Es una opción aceptablemente menos mala. Pero que insistan en llevar a cabo una deportación a Uganda demuestra que el verdadero motivo en este caso no es simplemente sacarlo del país, sino castigarlo y mantenerlo detenido“, aseguró su abogado Simon Sandoval-Moshenberg.

Según una orden judicial anterior de Xinis, Ábrego debería poder contar con al menos 72 horas para responder a una posible orden de deportación. Por el momento, Trump se ha limitado a responder que tiene la situación “bajo control” a pesar de que los abogados del migrante “están haciendo cosas a través de un sistema de tribunales liberales”.

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