El líder del régimen venezolano, Nicolás Maduro, anunció para este sábado un simulacro nacional de preparación ciudadana ante “cualquier conflicto armado”. De tal manera, la actividad incluirá ejercicios preventivos ante catástrofes naturales, luego de que se registrara una serie de sismos en al oeste del país.
“Quiero anunciar y convocar a todo nuestro pueblo en perfecta unión popular, militar, policial, para el sábado que viene a un simulacro nacional de protección civil y preparación del pueblo ante catástrofes naturales o ante cualquier conflicto armado que pudiera haber“, anunció el dictador en un acto transmitido por el canal estatal Venezolana de Televisión.
La jornada involucrará centros educativos, hospitales y otras instituciones públicas, una estrategia que analistas consideran como una utilización política del aparato estatal para asentar su narrativa de amenazas externas por el despliegue marítimo de Estados Unidos.
Así, la chavista Delcy Rodríguez; el ministro del Interior, Diosdado Cabello; y el alto mando de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) serán los encargados organizar y supervisar el simulacro.
La inclusión de un eventual “conflicto armado” en la agenda de entrenamiento masivo marca una diferencia respecto a otros simulacros de emergencia civil realizados años anteriores. Aunque los eventos sísmicos motivaron la vigilancia y el despliegue de equipos de emergencia, Maduro insistió en que su simulacro incluye la preparación “ante cualquier situación no deseada“.
“El objetivo es activar los planes que tiene Venezuela en materia de protección civil, ante cualquier situación no deseada“, aseguró el dictador caribeño, ampliando el alcance de la iniciativa para incorporar la hipótesis de conflicto armado.
En medio de un clima de creciente tensión política y social, Venezuela avanza en la institucionalización de ejercicios de defensa civil y militar. A través de estos simulacros, el gobierno busca mostrar su capacidad operativa frente a amenazas internas o externas.
La jornada incluirá la participación coordinada de cuerpos civiles, militares y policiales, así como la activación de protocolos destinados a proteger instalaciones clave, como escuelas y centros de salud, ante posibles escenarios de violencia o conflicto.