El devastador incendio que ha dejado al menos 75 muertos en la urbanización Wang Fuk Court, en Tai Po, volvió a poner en el centro del debate la seguridad de los andamios de bambú utilizado en gran parte de las obras de renovación exterior en Hong Kong. Una técnica profundamente arraigada en la ex colonia británica, que hoy es objeto de división tras el incidente.
La medida permite envolver con rapidez edificios de gran altura mediante entramados sostenidos por cuerdas plásticas y recubiertos con mallas protectoras. Sin embargo, su comportamiento frente al fuego y la dificultad para fiscalizar la calidad de los materiales han generado persistentes cuestionamientos.
Aunque en marzo el Gobierno anunció que la mitad de los nuevos contratos públicos deberán emplear estructuras metálicas —una medida orientada a mejorar la seguridad laboral—, el secretario de Trabajo, Chris Sun, afirmó posteriormente que el Ejecutivo no tiene intención de prohibir el uso del bambú, que continúa siendo predominante en numerosos proyectos privados y públicos.
Ingenieros consultados por el South China Morning Post recordaron que las mallas utilizadas deben incorporar una capa retardante, pero advirtieron que ese tratamiento no evita que puedan arder si se exponen a una fuente de calor intensa o si en los andamios se acumulan materiales combustibles.
La propagación del incendio por andamios de bambú en Hong Kong
Las autoridades calificaron como “inusual” la rápida propagación del fuego en Wang Fuk Court, donde las llamas avanzaron hacia siete de los ocho bloques del complejo. La investigación preliminar apunta al uso de espuma para sellar ventanas como uno de los posibles factores que favorecieron la expansión del incendio.
La policía arrestó por homicidio imprudente a dos directores y a un consultor de la empresa contratista Prestige Construction & Engineering Co Limited.
Un edificio de oficinas fue consumido junto con su andamiaje de bambú en octubre y organizaciones de apoyo a víctimas laborales en Hong Kong registran al menos dos incidentes similares en lo que va del año. Estos grupos insisten en una revisión integral de las prácticas de obra y de los procedimientos de inspección, habitualmente centrados en la seguridad de los trabajadores y no en la respuesta de las estructuras ante emergencias.