La tarde del domingo Bondi Beach, Sídney, se transformó en el escenario de un ataque terrorista dirigido contra la comunidad judía. Sin embargo, en medio del caos, surgieron gestos de valentía extraordinaria protagonizados por civiles que intentaron detener la masacre.
Entre ellos está el desconocido caso de Boris y Sofia Gurman, una pareja ruso-judía de 69 y 61 años, residentes de North Bondi, que se destacaron por su coraje al enfrentarse directamente a los atacantes armados en Australia.
El ataque, que fue registrado por una cámara instalada en un vehículo cercano, mostró el momento en que Sajid Akram, el atacante principal, estaciona un Hyundai plateado cerca de la playa, visible por la bandera del Estado Islámico sobre el parabrisas. Los Gurman, que paseaban por la zona, pronto advirtieron la amenaza que representaba Akram y no dudaron en actuar.
En las imágenes se observa a Boris desarmando al atacante, arrojándolo al suelo mientras otros se refugiaban. Durante unos segundos, Boris sostiene la escopeta y apunta a Akram, tratando de evitar que continuara con su ataque. Sofia se une a su esposo, intentado frenarlo.
“Estamos desconsolados por la pérdida de Boris y Sofia. En los últimos días, hemos visto imágenes de Boris, con Sofía a su lado, intentando desarmar a un atacante para proteger a los demás. Esto resume quiénes eran: personas que, de forma instintiva y desinteresada, intentaban ayudar a los demás“, indicó en un comunicado la familia Gurman, divulgado por el Sydney Morning Herald.
El desenlace de la acción tuvo un final trágico. Akram recuperó otra arma y ejecutó a la pareja a quemarropa. En otros registros, los Gurman, que llevaban 34 años de matrimonio, se observan acostados y abrazados junto al automóvil de los atacantes, mientras estos disparaban contra la multitud que participaba en la celebración de Janucá, la festividad judía de la Fiesta de las Luces.
El valiente actuar de pareja en ataque de Australia: los antecedentes que se manejan del atentado
El ataque, perpetrado por Sajid Akram y su hijo Naveed, dejó un saldo de 15 muertos, entre ellos hombres, mujeres y una niña de 10 años, además de 42 heridos. En el vehículo de los atacantes se encontraron dispositivos explosivos improvisados y otra bandera del Estado Islámico.
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, calificó el ataque como “terrorista” y “antisemita“, y expresó su intención de endurecer las leyes sobre el control de armas, tras confirmarse que Akram tenía licencia para seis armas de fuego.
El heroísmo no fue exclusivo de los Gurman. Otros ciudadanos, como Ahmed al Ahmed, un vendedor de fruta, enfrentaron a los atacantes a pocos metros del lugar donde cayeron los Gurman, resultando gravemente herido pero logrando desarmar a Akram. Reuven Morrison, otro vecino, también se destacó lanzando ladrillos a los agresores, pero perdió la vida en el acto, tratando de proteger a quienes huían del tiroteo.