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1 de Diciembre de 2010

Grandes pensadores (pero en serio): los 100 más importantes según FP


1. Warren Buffet y Bill Gates: por conseguir más fondos que los propios países.

No necesitan mayor introducción. El presidente de Berkshire Hathaway está avaluado en US$ 47 millones, y el creador de Microsoft, en US$ 54. Tras una epifanía filantrópica, ambos se decidieron a donar la mitad de su valor a causas como promover el desarrollo y mejorar la salud pública.

 

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1. Warren Buffet y Bill Gates: por conseguir más fondos que los propios países.

No necesitan mayor introducción. El presidente de Berkshire Hathaway está avaluado en US$ 47 millones, y el creador de Microsoft, en US$ 54. Tras una epifanía filantrópica, ambos se decidieron a donar la mitad de su valor a causas como promover el desarrollo y mejorar la salud pública.

 

 
Pero su mérito anual fue que pasaron gran parte del 2010 recorriendo el mundo para convencer a más millonarios de que hicieran lo mismo. Ya van 40 “Great Givers” o “Grandes Donantes”, y si se sumaran sólo los billonarios estadounidenses, se reunirían US$ 600 billones para la iniciativa de estos “millonarios evangelizadores”, como los define Foreign Policy.

 

Su idea es financiar ideas innovadoras para resolver problemas globales; esos que se solucionan con políticas de Estado y con la ayuda de organizaciones internacionales. Como la malaria, la hambruna o el analfabetismo. Pero Gates y Buffet quieren hacer un pequeño -millonario- aporte, y una reciente conferencia sobre el Sida es un ejemplo evidente: en ella, el creador de Microsoft donó más que el gobierno de Noruega y Australia, y casi lo mismo que la Unión Europea.

 

2. Dominique Strauss-Kahn y Robert Zoellick: por su visión  de acero en momentos de crisis. 

El FMI y el Banco Mundial suelen darse por sentado. Hasta que necesitan ayuda con urgencia. Y sus respectivos director gerente y presidente, Strauss-Kahn y Zoellick, explicaron este año cómo prevenir esa situación en una futura crisis.

 

Strauss-Kahn, director gerente del FMI, se anticipó al no pago de la deuda de Grecia, Hungría, Pakistán y Ucrania sin poner mucha resistencia, contrastando con la reacción que tuvo la institución en la crisis asiática. También convenció a Alemania de que “sacara la cara” durante la crisis de Grecia y así evitar una guerra internacional de divisas.

 

Zoellick, en tanto, tuvo que enfrentar las secuelas de una serie de angustiosos desastres naturales; desde las inundaciones en Pakistán  hasta el terremoto en Haití y las continuas crisis mundiales de alimentos. Todo esto, mientras posicionaba al Banco Mundial como el líder en definir tendencias globales en temas tan amplios como combatir el cambio climático y la democratización de internet.

 

Ambas instituciones han estado en particular sintonía con el desarrollo de las economías emergentes. Strauss-Kahn ha supervisado la redistribución del directorio del FMI de países desarrollados a países con un alto potencial de desarrollo, y en abril declaró que la era del “Tercer mundo” había terminado. Que países como Brasil, India, China y Sudáfrica ya eran son países en desarrollo, sino “polos de crecimiento independientes”. Gracias a ambos, la palabra “crecimiento” se empezó a usar en la misma oración que países con el apellido “tercermundistas”.

 

3. Barack Obama: por comandar el buque entre las críticas.

Ser mechón o novato siempre es complicado. Sobre todo con una economía testarudamente lenta, tropas en condiciones cada vez peores en Afganistán, una derrota electoral parlamentaria y el desafío sorpresa de más de cuatro millones de barriles de petróleo tiñendo el Golfo de México.

 

 
Sus planes radicales para revisar la inmigración y reinventar la manera en que los estadounidenses usan la energía nunca despegaron, y no puede vanagloriarse ni de la paz en Medio Oriente ni de controlar a los republicanos intranquilos manifestándose contra lo que ellos lamentan como “el advenimiento del socialismo al estilo europeo”.

 

Y aún así, es el más popular de los líderes del “primer mundo”. Y está creando, en la marcha, un nuevo liderazgo acorde a su visión de un país que proyecte su poder mediante la fuerza de sus ideas. O así, al menos, lo considera Foreign Policy.

 

4. Zhou Xiaochuan: por tener la esperanza económica del mundo en sus manos.

El gobernador del Banco Popular de China es el símbolo internacional de la seguridad china. Este año, se ha empecinado en que Washington reconozca que la era en que la Casa Blanca definía el orden económico mundial terminó. Y que Japón se transformara en agosto en la segunda mayor economía, sólo reafirmó su idea. E hizo que los inversionistas debatieran sobre cuándo China subirá al tope de la lista, arriba de Estados Unidos.

Zhou supo desestimar las críticas sobre la revaloración del yuan -que apuntaban a que era “una cura fantasiosa al estilo occidental, como pastillas que resuelven los problemas de un día para otro”-, diciendo que era, justamente, todo lo contrario: “10 hierbas mezcladas que resuelven el problema no de inmediato, sino en uno o dos meses”. Al estilo oriental. Y cuando se tienen reservas internacionales de US$ 2, 65 trillones, esa explicación basta. 

 

5. Ben Bernanke: por apropiarse de la economía de su país, sin importar lo que cueste.
El año pasado, quien era el número uno de este ránking no podría haber predecido que 2010 sería tanto más difícil que 2009. La crisis económica tuvo al presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos enfrentándose a legisladores y expertos; y la rabia de los ciudadanos y la furia por jugadas políticamente costosas -como el rescate financiero a entidades bancarias en 2009- lo mantuvieron en la trinchera este año.

 

Pero Bernanke no se rinde. Este año, aumentó el balance de la Fed a US$ 2,3 millones (de US$ 850 billones antes de la crisis), cediéndole parte de su capital a Tesorería para ayudarla con el déficit. También llevó a cabo la controversial idea de la flexibilización cuantitativa, un poderoso estímulo para reactivar la economía.

 

Su jugada más osada fue, sin embargo, el anuncio de una inversión de US$ 60 millones de la Fed al sistema financiero de aquí al 2011, aumentando la participación del banco a casi US$ 3 trillones y disminuyendo los precios de las hipotecas y el desempleo a cifras que nadie más en el gobierno habría podido alcanzar. Eso demuestra quién es el que está realmente al mando.

Para ver el ránking completo, haz click aquí.

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