150 años de la Educación Parvularia

En octubre de este año celebramos los 150 años de la educación parvularia en Chile, desde la apertura de la primera escuela de párvulos pública que funcionó en Santiago y que en ese entonces era dirigido por las Hermanas de la Caridad provenientes de Francia.

Desde entonces, la educación parvularia ha tenido diversos enfoques y objetivos: desde combatir la desnutrición, centrarse en el cuidado a enfocarse en educación; y siempre ha ocupado el juego como estrategia de aprendizaje central, ya que es la forma natural en que niños y niñas se desarrollan y relacionan con el mundo.

Hoy, a 150 años, es el momento de reconocer y valorar el rol de agentes de cambio social que tienen educadoras y técnicos quienes, junto a las familias, son los primeros educadores de niños y niñas. De ahí la necesidad de avanzar en su permanente formación, ya que es en esta etapa de vida cuando los niños y niñas desarrollan habilidades para toda la vida.

Este es además un año especial, donde la Reforma para la Educación Parvualaria reconoce al nivel como base de la educación chilena, otorgándole un lugar protagónico que posiciona a la primera infancia en el eje de las políticas públicas. Por ello tenemos como objetivo avanzar en calidad y hacia un acceso universal, independiente del nivel socioeconómico del cual se provenga, entendiendo a la Educación Parvularia como un derecho social.

Es necesario que reflexionemos respecto del camino que ha recorrido la Educación Parvularia, analizar sus progresos y desafíos para dar la relevancia que merecen los primeros años de vida, así como volver a tomar conciencia sobre el impacto que tiene el aprendizaje a través del juego para el desarrollo pleno de niños y niñas, ciudadanos y ciudadanas de Chile.