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15 de Agosto de 2015

Aborto mentiroso

Con algunos meses de trabajo el lobby abortista ha desplegado una ofensiva de tal magnitud que hasta a sus propios promotores les cuesta creer.

Por Nicolas Fernandez
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Nicolas Fernandez es Estudiante de Medicina y parte del equipo de investigación del Instituto ResPublica

Recién el pasado martes en la Comisión de Salud del Congreso se aprobó, con ocho votos a favor y cinco en contra, la idea de legislar sobre el aborto. Papel decisivo tuvieron los parlamentarios de la Democracia Cristiana quienes, negando la declaración de principios de su partido, decidieron votar a favor del proyecto.

¿Cómo se logró aprobar la idea de legislar sobre el aborto en Chile? La respuesta es obvia: mintiendo. Así se ha hecho en todos los países del mundo que hoy tienen aborto libre. Lo primero es sensibilizar a la gente: se mencionan cifras muy elevadas de abortos ilegales que causarían gran mortalidad materna, así generan una idea colectiva de que una ley que permita el aborto solucionaría este problema. Lo que no mencionan, lógicamente porque no les conviene, es que Chile tiene la tasa de mortalidad materna más baja de Latinoamérica, sólo superada por Canadá a nivel continental. Por ende, es falso que cada año mueran muchas mujeres a causa del aborto clandestino, hoy en nuestro país, prácticamente, ninguna mujer muere por esta causa (una en cuatro millones de mujeres en edad fértil).

Si la primera parte no funciona, significa que la sensibilización no fue suficiente. Entonces vienen los casos dramáticos: riesgo vital materno, malformaciones fetales y violaciones. Se hace creer a la gente que hay mujeres que mueren sin ser atendidas por complicaciones de su embarazo. Pero eso también es falso, los médicos saben que tienen que aplicar toda la terapéutica necesaria para salvar la vida de ambos ante una posible complicación, incluso si como consecuencia de dicho tratamiento se produjera de forma no buscada, la muerte del nasciturus. No hacerlo sería faltar a la lex artis.

En el caso de las malformaciones congénitas la estrategia es la misma, pero con un trasfondo muy profundo: las personas gravemente enfermas no tienen la misma dignidad y derechos que aquellas que no lo están. Ese es el argumento que se esconde detrás de esta causal, no hay otro. Pero lógicamente no lo dicen para que no suene duro y esconden su visión manifestando que así se evita el sufrimiento del niño. Lo cierto es que realizar un diagnóstico certero, con un porcentaje de error del 0%, es prácticamente imposible, incluso con la tecnología que contamos y así lo han reconocido los especialistas materno-fetales de nuestro país. Hay muchos casos de niños que fueron diagnosticados como incompatibles con la vida extrauterina, y que hoy tienen meses o incluso años.

La tercera causal, que sin duda es una situación tremendamente dramática, lo único que logra es castigar a las víctimas -madre e hijo- y dejar impune el victimario. El único culpable de ese acto absolutamente reprochable es el violador y para él debería ser la pena; no para la víctima llevándola a vivir un segundo trauma -el aborto- y mucho menos para su hijo que es completamente inocente e indefenso, ambos, madre e hijo no pidieron estar ahí.

Por ende, si usted cree que en nuestro país no podemos permitir que se dé licencia para quitar vidas antes de que nazcan tiene todo el derecho a alzar la voz y a utilizar todos los mecanismos necesarios para impedir que se legalice el aborto en Chile. En caso contrario, sólo le queda sentarse a esperar como el lobby abortista sigue haciendo su trabajo, pero no se queje que no fue advertido cuando en 15 o 20 años más se esté discutiendo el aborto libre y ya sea demasiado tarde.

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