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15 de Noviembre de 2017

Siete claves de la elección presidencial y parlamentaria

"Mega distritos, listas parlamentarias múltiples y candidatos que van desde el conservadurismo de derecha hasta una izquierda popular han hecho de está elección la más polémica desde el regreso de la transición".

Por Sebastián Sichel
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Sebastián Sichel es Abogado, magister en derecho público, académico de derecho USS. Presidente comité editorial El Dínamo.

La del domingo es la primera elección de una nueva era. No sólo se realizara con voto voluntario y sistema proporcional en materia parlamentaria, sino que por primera vez tuvimos el placer de no ver afiches de caras y sonrisas en las calles de nuestras ciudades gracias a las normas de control del gasto electoral. Mega distritos, listas parlamentarias múltiples y candidatos que van desde el conservadurismo de derecha hasta una izquierda popular han hecho de está elección la más polémica desde el regreso de la transición.

¿Que se juega este domingo? Mucho más que la simple elección presidencial. Algunas claves que permiten entender lo que viene:

1) El orden de llegada a segunda vuelta: salvo sorpresas, más que quienes pasan a segunda vuelta, la clave estará en saber con qué distancia pasan Piñera y Guillier. Si son más de 20 puntos de distancia entre uno y otros, parece que la segunda vuelta está cerrada. Si la distancia es más corta y se acerca a los 10 puntos, van a tener que salir a buscar apoyos a alto costo a quienes queden detrás.

2) La pelea por el cuarto lugar: que el Frente Amplio con Beatriz Sánchez y su corta existencia llegue en tercer lugar parece meritorio, aunque está bajo las expectativas que ellos mismos generaron. Pero lo más relevante parece estar en el cuarto lugar. Porque en este espacio se juega la sucesión de esta elección presidencial: ¿la aventura de José Antonio Kast será algo más que ruido mediático?, ¿el camino propio de la DC con Goic era el camino a ninguna a algún lado?, ¿MEO será capaz de sobrevivir nuevamente?

3) El resultado parlamentario, todos ganan para que todos pierdan: si algo nos había acostumbrado el triste binominal, era a un congreso bicolor en que los díscolos o parlamentarios fuera de los grandes bloques eran algo exótico del sistema. Los resultados de la elección pueden marcar un antes o un después de esta historia.

Todo indica que tenderemos una representación más amplia de partidos y coaliciones de las que nos habíamos acostumbrado. Y hay que estar atentos de que por primera vez la coalición de centroderecha puede ser la mayoritaria en ambas Cámaras. Claro que una mayoría relativa, que los obligara a construir acuerdos para conseguir las mayorías que requiere en cualquier proyecto de ley. Hay que ver cómo queda configurado el congreso y su nivel de fragmentación.

4) El futuro del centro político y el ocaso de la DC:
sin duda los potenciales quiebres de la DC y sus continuos devaneos entre su potencial domicilio en la centroizquierda o en el centro han gastado litros de tintas en los medios. Está por verse si esta pasión comunicacional tiene algún reflejo electoral y descubrir si la DC sigue siendo un partido de los grandes o no es más que un partido chico con pretensión de partido grande. El resultado de Carolina Goic y su ubicación, así como la cantidad y proporción de parlamentarios que saquen en relación al total, van a ser determinantes para saber si la DC es nostalgia o futuro. Menos de un 10% del Congreso o de la votación nacional o la quinta ubicación en la elección presidencial pueden ser el fin de un partido hegemónico en el centro de la política de los últimos 50 años en Chile. Lo mismo puede pasar con el bloque Sumemos y sus resultados, pasando por lo que pase con Lily Pérez y Andrés Velasco. Todo indica que el centro monopolizado por un partido o líder será imposible. Y está por verse si sus resultados electorales y capacidades políticas, les dan la posibilidad de construir un domicilio propio equidistante de izquierdas y derechas o simplemente deben sumarse a las coaliciones existentes para sobrevivir dentro de coaliciones con el eje en la izquierda o la derecha.

5) Las izquierdas: La fragmentación de la izquierda y el sinnúmero de visiones disimiles sobre el pasado y el futuro de Chile, parece ser una disputa aparte. Desde el Laguismo hasta el proyecto del Frente Amplio estarán esperando los resultados para saber cuál visión será la protagonista de la izquierda que viene. Y el PS parece estar en centro de esta fricción. La necesidad electoral de unirse en segunda vuelta puede desatar una tensión aún mayor: el debate entre el progresismos pragmático y el voluntarista parece prever un choque de trenes en que la convivencia política de esos mundos se haga insalvable en lo que viene. Y deje huérfana a una socialdemocracia debilitada electoralmente y obligada a buscar socios hacia el centro.

6) La UDI vs José Antonio Kast: el resultado de Kast puede poner en entredicho la posición del otro partido más grande de Chile: la UDI. La exitosa negociación parlamentaria de su presidenta, así como el potencial éxito de la UDI que la mantenga como la bancada más grande Chile, puede transformarse en el principal dolor de cabeza de Piñera y su segunda vuelta. No va a ser fácil dialogar con una UDI con aires de grandeza y horquillada por la derecha por los sectores de Kast. Estos resultados de Kast puede llevar aún más a posiciones conservadoras a la UDI.

7) El fin de una era: el viejo clivaje de la política chilena dictadura/democracia parece llegar a su ciclo final. Ni la mayoría de los chilenos se define en torno a ese clivaje, ni los electores parecen tener esa fidelidad dada por los grandes posiciones de la geografía política tradicional derecha e izquierda. Al menos en el último siglo parece ser que primera vez que veremos a la derecha conseguir una mayoría relativa en la Presidencia, en el Senado y en la Cámara de Diputados, lo que rompe los paradigmas a los que estábamos acostumbrados (un Chile mayoritariamente de centro izquierda). Y cambiar tan vertiginosamente esas adhesiones de polo. (Piñera-Bachelet-Piñera) Algo cambió.

De las palabras que se viertan en las horas siguientes a la elección, veremos si esto no fueron más que estrategias electorales o estamos frente a un verdadero proceso de transformación política en Chile en que las fronteras, partidos e ideas a las que estábamos acostumbrados empiezan a mutar hacia un nuevo escenario electoral.

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