La burocracia en nuestro país es un desafío que debemos enfrentar, a pesar de los diferentes pasos que hemos dado, debemos seguir trabajando en forma activa. Avances significativos en la “creación de empresas en un día” y un moderno servicio de registro civil e identificación, lo cual, ha permitido agilizar una serie de trámites eternos que eran la tónica en nuestro país.
Modernizar nuestro Estado tiene que ver con una política trascendente que nos permita generar soluciones para todos los habitantes y también aquellos ciudadanos que se encuentran fuera de nuestro país, de esta manera, establecer mecanismos de integración y sentimiento de pertenencia que permitan a los servicios del Estado estar presentes en todo lugar y momento.
Sin embargo hay muchos elementos que podríamos mejorar como una tributación simplificada, multi servicios integrados o canalización de servicios gubernamentales centralizados. Países como Estonia asumieron este desafío hace ya un par de décadas, teniendo una burocracia tremenda heredada del régimen soviético aplicaron una simplificación burocrática y digitalización de los servicios del Estado que llegan a ser realmente admirables. Para esto unificaron su cédula de identidad para los múltiples servicios que presta el gobierno, pudiendo hoy en día realizar prácticamente todos los tramites a distancia y tener la seguridad que sus datos son protegidos y de total reserva.
La decisión tomada por el entonces gobierno Estonio se basó en dos grandes primicias interconectividad de los habitantes con el Estado y eliminar burocracia innecesaria de alto costo, esto de una u otra manera agilizo una serie de trámites que permitieron un mejor acceso a servicios, flujos de información y una alta satisfacción por parte de los habitantes. Esto conllevo por otro lado una importante inversión en investigación y desarrollo en nuevas amenazas como la ciberseguridad, que han permitido a este pequeño país de Europa estar en la vanguardia en este tema a nivel mundial.
Este ejemplo nos puede situar en un nuevo lugar de reflexión, claramente cada contextos de desarrollo es único, pero la experiencia de diversos países nos puede nutrir de elementos necesarios para estudiar lecciones aprendidas y generar adaptaciones propias de soluciones ya implementadas con éxito en el mundo.
De esta manera la operatividad del Estado no tan solo debe apuntar a la eficiencia, sino también a la generación de un vínculo de aprecio por parte de los usuarios, esa sensación que asistir a los servicios públicos o realizar un trámite sea en efecto una experiencia agradable, que no sea una pérdida de tiempo y de papeleo inútil que tan solo enrede las cosas.
Nuestro país ha dado avances importantes pero debemos de ser capaces de ver hacia un futuro en donde la modernización y digitalización sean una efectiva herramienta en beneficios de los habitantes de nuestro país. Un Estado con servicios ágiles, integrados y efectivos nos permitirá desarrollar soluciones que permitan un progreso integro para todos.
