Bonos identitarios

Dentro del paquete de medidas económicas presentado por el ministro de Hacienda, llama la atención un bono focalizado al sector de la cultura por $450.000 por persona, el cual tendría un alcance de 30.000 personas y significaría un desembolso fiscal de $13.500.000.0000. Alguien dirá que es poco dinero en relación al gasto fiscal, pero lo preocupante no es el monto, sino la señal que da; grupos de interés afines al Gobierno pueden obtener recursos fiscales de manera arbitraria.

Lo particular de este bono es que sea dirigido a un grupo tan específico y que se justifique aduciendo las complejidades económicas que padeció en el pasado. En este sentido, cabe preguntarse por qué el sector de la cultura y no, por ejemplo, el sector del turismo o restaurantes. ¿Acaso el mundo de la cultura se vio más perjudicado que otros sectores que también tuvieron que parar? 

En segundo lugar, llama la atención que sea un bono ex post, ya que da la sensación de que será un bono reparatorio por algún perjuicio o discriminación sufrida por este sector vis a vis al resto de los sectores. No obstante, las ayudas a las empresas fueron transversales y no discriminatorias según sector económico, al igual que las ayudas generales que recibieron las personas. O, ¿acaso, las ayudas generales, como el IFE, no llegaron también a las personas del mundo de la cultura?

Visto lo anterior, el bono parece tener un componente identitario, donde se beneficia a un grupo de interés a partir de la afinidad política con el Gobierno. De ser así, esto marca un muy mal precedente hacia adelante, ya que abre la puerta a institucionalizar un clientelismo gremial y aleja a las políticas públicas de principios básicos como la no discriminación, la equidad horizontal y la progresividad, entre otros.

Jorge Valverde,

economista