Desmenuzando la propuesta constitucional – Primera parte

Procurando ser lo más objetivo posible, y con el solo propósito que la comunidad conozca lo que ha aprobado el Concejo Constitucional, el que como sabemos fue elegido en una votación histórica (en la que participó el doble de los ciudadanos que votaron en el proceso anterior) me permito exponer y contrastar lo que se propondrá versus lo que hoy contiene la Constitución que el presidente Boric calificó como la constitución de los 4 generales.

La vez anterior, analicé por tema el texto propuesto por los convencionales, esta vez partiré con las Bases de la Institucionalidad. Tras reiterarse que la dignidad humana es inviolable, y que las personas nacen libres e iguales en dignidad y en derechos, se enfatiza que la familia es el núcleo fundamental de la sociedad, y que es deber del Estado y la sociedad protegerla y propender a su fortalecimiento. Se remarca que las personas pueden libremente organizarse, y que gozarán de autonomía para cumplir con los fines específicos en la medida que no sean contrarios a la Constitución.

Hasta acá, lo que se está diciendo es que se reconoce al conjunto de personas que viven juntas, y que tienen un proyecto en común, como el núcleo fundamental de la sociedad. Nótese que en ninguna parte se exige que la familia, sea heteroparental. Es más no se hace ninguna distinción, por lo que bajo este concepto y aplicando las simples reglas de hermenéutica, caben desde los matrimonios de distinto sexo y con hijos, hasta los convivientes del mismo o distinto sexo.

Luego, y en la misma línea, se establece que el Estado debe servir a las personas y que su finalidad es promover el bien común. Se ratifica que Chile es una república democrática, única e indivisible. Se reivindica la igualdad en el trato entre hombres y mujeres. Se reconoce como límite los derechos que emanan de la naturaleza humana, y se explicita que las normas legales deben interpretarse en forma compatible con la Constitución, cuestión que representa un notorio y notable avance con lo que existía antes. Se reconocen también a los pueblos indígenas, como parte de nuestra nacionalidad. Este punto merece subrayarse porque implica un reconocimiento expreso a una situación objetiva, y que es que en Chile primó el mestizaje. De hecho, por casi todos los habitantes de nuestro país corre sangre indígena. Algunos tendrán más que otros. Pero en todos, en mayor o menor medida, ésta está presente. Cosa distinta y que el texto propuesto se encarga de reforzar, es que los derechos individuales y colectivos de ellos, sean respetados y promovidos por el Estado. Tanto así, que se reconoce en forma manifiesta su interculturalidad.

Otro avance cualitativo que debemos destacar en esta primera parte, es que incorpora como principios rectores del sistema público, la probidad, la transparencia y la rendición de cuentas, y que señala como un deber preeminente del Estado garantizar la seguridad de la población, y resguardar y mantener la paz social y el orden público. También proteger el medio ambiente, velando por el cuidado de la naturaleza y su biodiversidad. Finalmente, se releva a los niños en un rol determinante, y se reivindican los emblemas patrios.

Lo explicado hasta acá, me permite señalar y con fundamento que la constitución que se propone es sustancialmente mejor que la constitución que Boric denomina la de los 4 generales, la que en mi modesta opinión, en todo caso, es la mejor que ha tenido Chile y que casi todos los países de Centro y Sudamérica. Tanto así, que mientras se le respetó, Chile avanzó significativamente.

Sin embargo, como la clase política la deslegitimó, urge que se reemplace por un texto que sea mejor. Creo que gracias a Dios o a quien sea que reconozcamos como tal, estamos frente a un texto que en lo que respecta a las bases de la institucionalidad, que es lo examinado acá, es notablemente mejor que la Constitución actual, e incomparablemente superior al texto refundacional que se rechazó.