¿Tengo presidente?
Veremos a qué conclusión llega la comisión investigadora del papel que jugó el Presidente en el gravísimo asunto de violación por la que la víctima denunció al ex-subsecretario Monsalve. Independientemente sin embargo del resultado, la actitud del Boric fue imperdonable, típico de alguien que tiene poca idea de la responsabilidad que lleva su cargo.
Veremos a qué conclusión llega la comisión investigadora del papel que jugó el Presidente en el gravísimo asunto de violación por la que la víctima denunció al ex-subsecretario Monsalve. Independientemente sin embargo del resultado, la actitud del Boric fue imperdonable, típico de alguien que tiene poca idea de la responsabilidad que lleva su cargo, de la nula conexión entre su discurso pro-feminista y su vacilación, permisividad y falta total de criterio.
El colmo ha sido su aparición, vestido con ¡una polera verde! en el entierro de la querida diputada Bulnes; ha sido una grave falta de respeto, una bofetada a la deferencia que la fallecida y su familia merecen. Si a todos lados acude de traje negro con camisa blanca, aparecer así en un cementerio (N. de R.: sede del Congreso Nacional en Santiago) muestra la total falta de criterio y educación, si no la intención de ofender a los dolientes. Encima, anteponerse como portador del féretro al propio esposo de la difunta en una muy pobre manera de buscar publicidad, es meter la pata hasta el muslo, indigno a la máxima autoridad que reviste. Desbordó el vaso de educación y cortesía que se espera de la persona que ocupa el sillón presidencial de Chile.
No se explican sus innumerables contradicciones, volteretas, actitudes infantiles, papelones internacionales, su incapacidad de rodearse con un gabinete eficiente, la obcecación de seguir con personajes rechazadas por la opinión pública, como por ejemplo la ministra de Interior… Todo redunda en una conducción deficiente del país, todo explica por qué estamos peor hoy que antes del llamado estallido social, que él mismo apoyó.
Todo me hace sentir como un ciudadano carente de conductor, uno que no tiene presidente.