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Boric S.A.

Siempre ha manifestado sentirse más a gusto, más cómodo con todo aquello que se acerque a lo público, a lo estatal, como si lo fiscal estuviese dotado de un aura y una esencia llena de bondad, virtuosismo, pureza y, por el contario, lo privado, lo empresarial, la “patronal”, como le gusta decir, fuera lo más parecido a la personificación misma del demonio. El eje del mal.

El Boric dirigente estudiantil, el Boric diputado y el Boric Presidente siempre ha tenido más o menos la misma opinión negativa de los privados, de los empresarios, de todo aquello que no tenga ese tufillo a naftalina burocrática.

Nunca ha hecho esfuerzos por disimular su desprecio por aquellos que reúnen capital, arriesgan, forman empresas, invierten, priorizan el crecimiento económico.

Muchas veces ha sido durísimo en sus calificativos, virulento en exceso.

Siempre ha manifestado sentirse más a gusto, más cómodo con todo aquello que se acerque a lo público, a lo estatal, como si lo fiscal estuviese dotado de un aura y una esencia llena de bondad, virtuosismo, pureza y, por el contario, lo privado, lo empresarial, la “patronal”, como le gusta decir, fuera lo más parecido a la personificación misma del demonio. El eje del mal.

Esta semana volvió a ocurrir. Ante la natural y hasta necesaria preocupación de los empresarios por la ausencia en su última cuenta pública de medidas concretas reactivar la economía, movilizar el empleo, empujar el crecimiento, controlar el exceso de gasto público, bajar la deuda, en lugar de recoger el guante con humildad y responder buscando enriquecer el debate, prefirió pegarle al mensajero.

“Yo no estoy acá para dejar contento a los grandes empresarios”, dijo en Tele13 Radio cuando Iván
Valenzuela le preguntó por la opinión de algunos dirigentes gremiales sobre su discurso en el Congreso.

Lo paradójico de todo esto, de esta animadversión hacia los privados, es que el Presidente Boric se ha transformado en una especie de Sociedad Anónima, una empresa que otorga jugosos dividendos a sus accionistas y generosos salarios a sus ejecutivos, los que la gran mayoría de las veces, llegaron a sus cargos no por capacidades técnicas, méritos profesionales, talento para el cargo, sino que más bien sólo por profesar cercanía, admiración total y obsecuencia servil hacia el CEO Boric.

En Boric S.A. te puedes ir de vacaciones pese a tener licencia médica. En Boric S.A. si estás a cargo de un ministerio cuya función principal y casi exclusiva es relacionarte de manera constructiva con el Congreso, da lo mismo si los parlamentarios ni siquiera te contestan el teléfono, porque el CEO Boric hace un cambio en el organigrama y te pone en otro ministerio y luego tampoco importará que anuncies con bombos y platillos un programa de gas a precio justo que terminará endeudando e forma millonaria a otra de los filiales que controla Boric S.A. En Boric S.A. da lo mismo que no sepas ni lo más mínimo de relaciones internacionales y diplomacia, porque basta con ser amigo del CEO Boric y te aseguras una embajada en España. Incluso en Boric S.A. da lo mismo que ya en el cargo metas la pata una y otra vez, nada te va a privar de seguir comiendo langosta y viajar con chofer.

En Boric S.A. da lo mismo que no tengas idea de Telecomunicaciones, si eres amigo del CEO Boric no sólo te asignan un muy buen remunerado puesto, sino que también puedes vacacionar en el extranjero a costa de los bolsillos de todos los chilenos que estúpidamente trabajan en el infierno privado.

En Boric S.A. da lo mismo que no tengas muchas habilidades, si tienes las ganas de ofrecer proyectos de la más variada índole para que los ejecute tu fundación, igual va a llegar el aumento de capital con recursos millonarios para cumplir tu sueño. Y después va a dar lo mismo que todo ese dinero desaparezca por arte de magia.

En Boric S.A. da lo mismo saltarse la Constitución. Si el CEO Boric quiere satisfacer sus ensoñaciones personales, se autorizan sin problemas y con fast track negocios inmobiliarios, con traspasos millonarios que irán a parar a los bolsillos de una de las ejecutivas principales del holding.

En Boric S.A. da lo mismo haber pontificado con el fin a los pitutos, porque en realidad eran los
pitutos de los otros los que se tenían que terminar, no los del CEO.

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