En las últimas semanas hemos vistos debates y propuestas de las candidaturas presidenciales, las que requieren incorporar aspectos claves en educación en todos sus niveles, ya que esta es la base desde la cual se construye un país más cohesionado, con mayor seguridad y crecimiento, en lo social, económico y cultural. En este sentido, es importante describir algunos ejes relevantes a tener en cuenta para poner la atención y recursos que se requieren. Existe un consenso en que la educación inicial debe tener la atención prioritaria ya que es la base del aprendizaje futuro. Se ha insistido en el apoyo a la educación de párvulos proveyendo las modificaciones legales y los recursos que se requieren en lograr el acceso a la sala cuna y a jardines infantiles de calidad, vital para todas las familias. Estos resultados se verán en el largo plazo, ya que es la única manera de tener cambios sostenidos que tengan un impacto significativo en quienes van a seguir un largo proceso educativo.
En paralelo con este cuidado y prioridad, está la formación docente, ya que la calidad de nuestros profesores/as es y será un aspecto clave en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Se han definido aumento de los criterios de selección de los postulantes a carreras de educación, en el entendido de que mejores estudiantes serán mejores docentes en su desarrollo profesional. Esto se puede implementar en conjunto con adecuadas vías de acceso especial que hoy existen, en especial en las zonas extremas y en determinadas regiones del país, en las cuales puede haber una caída importante de las postulaciones. Si bien en la actualidad estas vías de admisión existen, se requiere apoyarlas con mayores recursos y apoyo académico a los estudiantes.
La convivencia escolar es otro aspecto crucial que se debe abordar de manera conjunta y coordinada. La violencia en las aulas en sus diferentes formas debe dejar de formar parte de la realidad de nuestras escuelas, liceos y colegios. Es importante volver a instalar el sentido de autoridad, lo que es clave para un adecuado proceso de enseñanza-aprendizaje. Por otra parte es necesario focalizar las prioridades en el fomento lector y enseñanza de razonamiento matemático precoz, aspectos que son la base del aprendizaje futuro. Sin duda, desde los niveles iniciales, en la educación escolar y superior, la irrupción de la Inteligencia Artificial debe ser abordada con mucha seriedad, considerando las potencialidades que implica para educación presente y futura.
Hay aspectos que se discuten con menor frecuencia y que sin embargo son muy relevantes para mejorar la calidad de la educación. Dentro de estos, se destacan promover la interacción en el aula; las evaluaciones formativas con la adecuada retroalimentación y un diálogo abierto y transversal; estímulo de la capacidad de reflexión y exposición de ideas en el aula; atreverse a innovar en la educación y la revisión de nuevos contenidos disciplinarios. Así también, es significativa la distinción del Premio Nacional de Ciencias de la Educación 2025 al destacado investigador Juan Casassus, quien ha trabajado en profundidad el impacto de la dimensión emocional en el aprendizaje, poniendo en un lugar muy relevante las emociones dentro de una educación formativa y de futuro. Es fundamental destacar el apoyo emocional en un clima de apoyo en el aula. Sin duda, la educación es necesariamente una experiencia relacional y también social, vínculos que forman parte de la educación.
Es evidente que estas propuestas requieren de un financiamiento público estable, con un apoyo a la provisión educacional mixta, asegurando niveles de calidad para la educación pública en todos sus niveles, con un énfasis en la educación inicial. En la actualidad se discute en el Senado el proyecto de Financiamiento a la Educación Superior (FES), el que junto con presentar una propuesta para abordar las deudas y el financiamiento estudiantil, presenta una modificación muy riesgosa en el financiamiento institucional al suprimir el copago en los deciles 7, 8 y 9, lo que afecta gravemente el financiamiento de un número muy significativo de universidades del país. Esto es de especial relevancia para las universidades que presentan un mayor desarrollo en investigación y transferencia de conocimiento al país. Junto a esto, -y sin duda el riesgo más importante-, es la afectación de la autonomía universitaria, la que se verá amenazada dependiendo de los vaivenes políticos de los diferentes gobiernos de turno. Es vital que este proyecto tenga las correcciones y cambios que se requieren para resguardar nuestro sistema de Educación Superior.
Como se puede apreciar, los desafíos son amplios y de gran relevancia. La educación debe estar de manera permanente en el debate de las propuestas políticas, ya que es clave en el presente y futuro del país. No puede dejarse de lado de las prioridades del país, ya que lejos de competir con las necesidades urgentes de la población (seguridad, cohesión social, crecimiento económico, entre otras), es la base de un crecimiento armónico y sustentable de la sociedad. Estos son aspectos muy relevantes para analizar en los próximos debates presidenciales. Las universidades pueden aportar de manera significativa a estas propuestas de futuro.