En el conversatorio de vivienda llevado a cabo por déficit cero y la Cámara Chilena de la Construcción, el ex subsecretario de vivienda del presidente Piñera, Guillermo Rolando del comando de Matthei, cuya gestión fue destacada por sus contendores del comando de Jara y de Kast, advirtió sobre el riesgo oculto que se observa en el presupuesto de vivienda 2026, y que puede llevar a un próximo gobierno a gobernar sin billetera, por tener que dedicarse a pagar las deudas de arrastre que deje el Ministerio dirigido por Carlos Montes.
Este peligro es real, porque pese al anunciado aumento en el presupuesto del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU) para el 2026, existe un riesgo estructural que efectivamente amenaza la gestión de una próxima administración, dado que bajo la cifra nominal se oculta la posibilidad real de heredar un ministerio financieramente amputado para el inicio de nuevas viviendas sociales, para la mejora de viviendas y de barrios, sumado a los cerca de 25 mil inicios de viviendas menos que el gobierno de Boric heredará al próximo gobierno en relación con lo recibido de la gestión del MINVU del período del presidente Piñera.
Las consecuencias de esta falta de holgura serán severas para la ciudadanía, ya que implica la paralización de nuevas viviendas y de nuevas obras urbanas (parques, espacios públicos, pavimentos) y un freno a la reactivación económica, precisamente en un sector intensivo en mano de obra, todo lo cual se convierte en un peligroso acelerador del malestar social, y es por eso que el presupuesto de vivienda se ha tomado la agenda en la discusión pública y legislativa, y obliga al actual ministro Montes, a tener un último gesto con el país, sincerar cuánto del presupuesto 2026 no podrá ser destinado a nuevas viviendas o mejoras, sino sólo a cubrir los “Compromisos hacia atrás” (pasivos devengados por obras ya terminadas, terrenos comprados o viviendas adquiridas) y las “Obras de arrastre” que heredará su gobierno, sólo así se podrá construir desde ya un acuerdo marco que permita entregar sostenibilidad fiscal a la política de vivienda del próximo gobierno.
Como aprendizaje, la crisis del MINVU ha dejado demostrado que no basta con conocer el tema de vivienda y ciudades solo desde la teoría, sino que se requiere experiencia gestionando el aparato público y demostrada capacidad de gestión eficiente, virtudes que a estas alturas, ya no podemos exigir al actual gobierno, pero si nos servirán de base sobre la cual deberemos decidir nuestro voto en la presidencial y parlamentaria, porque el sufragio también es parte de la solución, Chile no está para nuevos experimentos.