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Una nueva generación en el servicio público

El Estado y sus diferentes dependencias requieren de un aporte profesional que se renueve de manera permanente, con el objeto de actualizar conocimientos y buenas prácticas.

El país enfrenta una situación muy especial ya que en algunas semanas más definirá -dentro de las dos opciones que han pasado a la segunda vuelta presidencial-, a quien liderará al país durante los próximos cuatro años. Sin duda es una gran oportunidad para incentivar a las nuevas generaciones a comprometerse con el servicio público y adentrarse en aportar a Chile desde el trabajo al interior del Estado. Para esto, se requiere de nuevas ideas, planteamientos y estrategias para el desarrollo de una gestión de futuro. El principal requisito por cumplir es que se requiere de una formación y educación que capacite para servir de la mejor forma al país.

El Estado y sus diferentes dependencias requieren de un aporte profesional que se renueve de manera permanente, con el objeto de actualizar conocimientos y buenas prácticas. Esto se puede lograr con un programa de formación laboral de este tipo, el que se oriente a conocer el funcionamiento del Estado y a dar líneas de trabajo y desarrollo para su modernización. Esto requiere destacar los aspectos éticos en la formación y ejercicio profesional, junto a realizar un esfuerzo en focalizar las prioridades.

Es fundamental contar con apoyo, con un especial acompañamiento o mentoría de personas con experiencia y generosidad para transmitir las experiencias. Así también se requiere dar la confianza necesaria, capacidad de tolerar los errores y fracasos que les permita a quienes se están formando, tener un espacio de libertad y de aprendizaje profundo y duradero. Todo este proceso requiere sin duda de un gran esfuerzo y tenacidad. Es importante saber que hay mucho por aprender y conocer, enfocando el esfuerzo de manera persistente y responsable.

El trabajo de colaboración debiera ser parte de un diálogo fecundo, directo y franco, entre estas personas experimentadas y quienes están optando por asumir nuevos desafíos públicos. Para esto, se requiere de un programa riguroso, con metodología y objetivos claros, junto a una reflexión, análisis y retroalimentación que sea esquematizada. El trabajo de mentoría se debiera realizar en grupos pequeños, para poder desarrollar la confianza necesaria. Es importante realizar un trabajo en equipo, con empatía y cercanía, aspecto fundamental para poder llevar a cabo tareas de relevancia que con frecuencia producen cansancio, incertidumbre y variadas situaciones tensas. Esto siempre en el marco de una actitud honesta, abierta y con la mayor disponibilidad para aprender.

Es importante valorar y destacar que en el pasado ya han existido programas de este tipo, los que han sido un real aporte al país. Han tenido una evaluación de resultados de gran nivel, con destacados representantes en diferentes regiones y localidades de Chile. Se han realizado proyectos de apoyo a la ciudadanía, y los jóvenes junto con su entrega, han recibido un aporte para su crecimiento y desarrollo personal. A futuro, con el objeto de realizar esta evaluación, es muy importante generar algunos indicadores de logro, que nos permitan planificar con mayor certeza y focalización las prioridades de las tareas a realizar.

Desarrollar un proyecto de este tipo nos permitirá plantear proyectos y planes de largo plazo, los que van a estar centrados en la comunidad a la que se va a aportar el conocimiento y la experiencia que se ha recibido en la formación profesional. Esta debe ser una actividad muy transversal y participativa. Es por esto, que en el contacto con las comunidades se puede tener una influencia bidireccional, la que permite modelar y cambiar diferentes etapas del proyecto durante su realización. De esta manera las comunidades pueden ser agentes activas en el desarrollo de las ideas, propuestas y desarrollo de los proyectos que serán de beneficio de la propia comunidad. Esta retroalimentación se puede dar en regiones y también a nivel del país.

La formación de jóvenes para estas tareas se realiza pensando fundamentalmente en el futuro, tanto en el desarrollo del país a través de la entrega desde los cargos públicos, como también en el crecimiento personal de los jóvenes que van a dedicar su tiempo y esfuerzo personal a servir al país, lo que será un gran aprendizaje para su futuro crecimiento personal. En suma, este aporte de servicio público se orienta para beneficiar el desarrollo de Chile con una gran retribución en la formación profesional, por lo que puede ser un proyecto de gran relevancia para el país y su comunidad.

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