Secciones El Dínamo

cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad
11 de Noviembre de 2011

Chilenos prefieren la movilización antes que los registros electorales

Las últimas cifras entregadas por el Servel muestran que el padrón electoral tiende a disminuir y que las nuevas generaciones no respondieron a los llamados para engrosar sus registros. Un fenómeno que los expertos y los propios jóvenes explican.

Por
Compartir

Un mensaje plagó las redes sociales el pasado 21 de septiembre, después de que el alcalde de Santiago, Cristián Labbé ordenara el desalojo del Liceo Lastarria y anunciara la cancelación de la matrícula para quienes no residen en la comuna: “Inscríbete y vota”.

En medio del conflicto estudiantil, los mensajes en Twitter y Facebook llamaban a una masiva procesión a los registros electorales con la promesa de hacer el cambio desde las urnas. Un llamado que se reiteró a través de campañas de distintos actores y agrupaciones sociales a través de las redes.

Pero los llamados a inscripciones masivas no tuvieron correlato en la realidad.  Y así lo reflejan los datos recién procesados por el Servel,  que demuestran una tendencia a la baja. Paradójicamente, a pesar del episodio Labbé, en septiembre, el padrón electoral (total de inscritos vigentes a nivel nacional) disminuyó respecto a agosto, pasando de  8 millones 129 mil 510 electores a 8 millones 124 mil 888.

Inscripciones en 2011

Con el afán de aumentar de forma significativa el número de inscritos y de cara a  las elecciones municipales del próximo año, el Servel abrió un periodo especial de funcionamiento de 140 nuevas juntas inscriptoras, que se suman a las que funcionan de forma permanente en todo el país. La idea es constituir un total de 549 Juntas Inscriptoras.

Pese a la apertura de nuevas oficinas, las cifras del Servel de inscripciones practicadas en 2011 no dan cuenta de un aumento masivo en el número de matriculados, que en lo que va del año suman 43.836. Y muestra tendencias zigzagueantes mes a mes.

En mayo, cuando comenzó el movimiento estudiantil y el gobierno enfrentaba el período más duro de protestas por la aprobación de HidroAysén , hubo 4.146 inscritos, cifra que cayó en el mes de junio hasta 3.862 personas.

Desde julio, con los llamados públicos a acudir al Servel, se ve un alza en las cifras, pero sin mostrar una tendencia definitiva. En el séptimo mes del año hubo 5.341,  en agosto 7.361 y en septiembre 9.622. Pero en octubre los inscritos bajan a 8.946.

 

El director Nacional del Servel, Juan Ignacio García, reconoce que pese a la efervescencia social, no ha habido un interés claro por inscribirse en los registros electorales, lo que  amenaza con mantener la estadística de  cerca de 4 millones de personas no inscritas y un padrón electoral dominado por personas mayores de 24 años, pues bajo ese rango etáreo solo hay un 4, 5% de interesados en acudir a las urnas.

Así las cosas, el padrón se mueve más por la cantidad de fallecidos, que por los inscritos, pues -según explica García- mensualmente mueren entre 5 mil y 6 mil personas (más de los inscritos en varios meses del año).

Para el mandamás del Servel, el escaso interés de los jóvenes por participar de manera activa en la elección de sus autoridades tiene una sola razón: que aún no entra en vigencia el proyecto de Inscripción Automática. “Es la gran razón por la que los jóvenes no se han inscrito”, recalca García.

Para José Francisco García, coordinador de Políticas Públicas de Libertad y Desarrollo, los más jóvenes “se sienten ajenos al discurso de los políticos y eso es obvio, porque ellos están mirando el padrón electoral de hace 20 años”. A raíz de este hecho – dice- “se produce un círculo vicioso, porque los jóvenes no son electores, los políticos no están interesados en llegar a ellos”.

Para el cientista político, Alfredo Joignant, no se trataría de un fenómeno nuevo, ya que “la no inscripción comienza estrictamente en 1993”. Sus causas radicarían, entre otras cosas, en que “el sistema de inscripción en Chile es excesivamente engorroso: horarios fijos, lugares que no son siempre conocidos, inscripción a mano. Un procedimiento que de ‘sex-appeal’ no tiene nada y que incluso produce rechazo”.

El especialista de la UDP agrega que lo absurdo del proceso es que “se produce en un período fuera de campaña, porque 90 días antes que comience una campaña electoral los registros se cierran”. Esto se suma al distanciamiento que provoca la política de la ciudadanía, que mira con ojo crítico cómo ésta con el tiempo se transforma en un oficio y profesión para quienes la ejercen.

/ Agencia Uno

Los protagonistas del movimiento estudiantil coinciden con los analistas. Esteban Valenzuela, vicepdte. de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción, admite que no cree en el tipo de democracia que le ofrece el sistema, “porque la institucionalidad política en Chile, a pesar de que sea elegida a través de elecciones, no es ni representativa ni mucho menos democrática”.

Matías Leal, presidente del Centro de Alumnos del Liceo Lastarria,  en cambio, se inscribió apenas cumplió los 18 años. Sin embargo, también considera que no hay interés por votar porque “los partidos, no excluyendo a ninguno, no representan a la gente”. “No se ‘pesca’ mucho la política porque no ha cambiado nada”, dice.

Inscripción Automática

El director del Servel y los analistas creen que no habrá renovación del padrón electoral, mientras no haya Inscripción Automática, que supere lo anacrónico del actual sistema. “Si se aprueba, como aparentemente debe ser, el problema desaparece y pasaría a ser un tema de abstención”, dice José Ignacio García.

José Francisco García concuerda con esta idea, agregando que rompería “ese ‘círculo vicioso’ generando obligatoriamente que entren al sistema 4 y medio millones de personas, la mayoría jóvenes. El sistema político tiene que hablarle a todos, tanto a los adultos mayores como a los jóvenes y esa sería la revolución de la Inscripción Automática”.

Joignant es más escéptico: “Quiero poner una nota de alarma, con mayúscula. Creo que en el mundo político transversal, no hay ganas de que la gente se inscriba, por lo tanto hay poco piso para la inscripción automática. Me parece que los diputados y senadores, muchos de ellos, no quieren incertidumbre: conocen el electorado inscrito de memoria, hay redes electorales instaladas hace tiempo, y los no inscritos vendrían a cumplir una función de aguafiestas, de desordenar un gallinero bien mantenido”.

El jueves, sin embargo, el Senado dio un paso clave para desordenar el “gallinero bien mantenido” del que habla Joignant, pues solo horas después de la movilización convocada por los estudiantes en Valparaíso – a solo pasos del Congreso- se aprobó el proyecto de ley enviado por el Ejecutivo que posibilita que el Servel pueda contar con un registro de domicilios de los electores actualizados.

Léenos en Google News

Notas relacionadas

Deja tu comentario

Lo más reciente

Más noticias de País