Aucán Huilcaman: “El anuncio de Piñera es irreal e ilegal”
El werkén del Consejo de Todas las Tierras manifestó su incredulidad ante las palabras del Presidente sobre reimpulsar el reconocimiento cosntitucional a los publos indígenas.
Por Redacción“El anuncio del Presidente es irreal y es ilegal. El reconocimiento hoy no constituye una reivindicación de los mapuches”. Con estas palabras el werkén del Consejo de Todas las Tierras, Aucán Huilcamán, manifiesta su rechazo e incredulidad a la propuesta del mandatario por reimpulsar el reconociemiento constitucional a los pueblos indígenas.
Un rechazo que se entrega, a pesar de una reciente reunión de dirigentes indígenas en La Araucanía donde la iniciativa se planteó como demanda. A ello Huilcamán agrega en El Mercurio de Valparaíso que lo de “máxima prioridad” anunciado por el Presidente “es irreal porque el Congreso está en sus últimas sesiones, por lo que cualquier proyecto que se someta a discusión no se va a tratar”.
Para el werkén es “ilegal, porque cualquier proyecto que afecte al pueblo indígena, según lo establece el Convenio 169 de la OIT, debe ser consultado y él no ha hecho ninguna consulta sobre este asunto”.
El reconocimiento no constituye una reivindicación, según Huilcamán, “porque hoy hay otros estándares más elevados, como el derecho a la autodeterminación”, que él mismo promovió en un encuentro en el cerro Ñielol la semana pasada.
“Pareciera que el Presidente se salió de libreto, porque lo anunció el mismo día en que los ministros Chadwick y Lavín estuvieron aquí (en La Araucanía) en un diálogo y no lo anunciaron ellos”, agrega.
“El anuncio del Presidente es un acontecimiento futuro incierto, puede pasar como no. Además, esta es la tercera vez que anuncia suma urgencia para el reconocimiento constitucional. El penúltimo lo hizo en Purén, en Malleco, frente a las comunidades. Fue el 2011, cuando dijo que el árbol sagrado era el laurel y no el canelo”, indicó.
Sobre el anuncio del Consejo de Pueblos Indígenas, Huilcamán considera que eso “va a ser como un jardín infantil, en donde se deja a los representantes indígenas para que discutan y se reúnan y aparentemente estén tomando decisiones significativas, cuando en la práctica no va a tener ningún poder de decisión. Es un contrasentido de lo que sería un autogobierno”, agregando que “para que haya un consejo o se incluye en el reconocimiento constitucional o se hace una ley especial o se cambia la Ley Indígena, lo que va a producir mucha controversia, mejor que ni lo aborden”.
