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Gobierno impulsa a Luciano Cruz-Coke para competencia senatorial en la Cuarta Región

El interés de La Moneda es mantener una igualdad entre oposición y oficialismo en el Parlamento. Para ello, tratan de neutralizar los riesgos de un doblaje concertacionista en al menos tres circunscripciones -Antofagasta, Coquimbo y Magallanes- y seis distritos.

 La Moneda ya fijó sus objetivos para las elecciones parlamentarias de noviembre de este año: Diez senadores y sesenta diputados. Vale decir, mantener una igualdad entre oposición y oficialismo en el Parlamento. Esto se da en momentos en que los cálculos del gobierno chocan con la realidad de los partidos: RN y la UDI coinciden en que el sector corre riesgo de sufrir un serio retroceso en dichos comicios que los dejaría reducido a una minoría legislativa durante los próximos cuatro años.

El Ejecutivo, por ello, ha desplegado intensas gestiones ante las directivas de ambos partidos para evitar que se reedite la sonada derrota en las municipales del año pasado, especialmente tratando de neutralizar los riesgos de doblaje concertacionista que amenazan al menos a tres circunscripciones -Antofagasta, Coquimbo y Magallanes- y seis distritos, informó La Segunda.

A la cabeza de dichos esfuerzos, según se consigna, está el propio Presidente Sebastián Piñera y su brazo derecho, el ministro del Interior, Andrés Chadwick . Ambos habrían entregado su opinión tanto a Renovación como a la UDI, sobre la necesidad de enmendar las plantillas y cambiar a los candidatos que sean necesarios si éstos no garantizan un buen resultado. Chadwick, de hecho, encabezó esta mañana una nueva cumbre con los jefes de ambos partidos, Carlos Larraín y Patricio Melero, quienes el viernes pasado también acudieron a La Moneda por el mismo tema, para reunirse con los ministros políticos.

En La Moneda nadie, ni al más alto nivel, niega que el terreno presidencial está tan cuesta arriba, que ha obligado a priorizar la parlamentaria. Eso requiere que el oficialismo elija a un senador en cada una de las circunscripciones que se renuevan este año (correspondientes a todas las regiones pares), y por lo tanto que la lista no sea doblada en ninguna de esas zonas.

Actualmente en la II Región, el ex RN Carlos Cantero aún no confirma su repostulación y es acompañado por el UDI Manuel Rojas. En la IV Región, la dupla del diputado Mario Bertolino (RN) y el actual senador Gonzalo Uriarte (UDI) aparece doblada en todos los cálculos del gobierno. Y en Magallanes, la apuesta es más dudosa y consiste en que la UDI pueda cerrar un trato con el diputado independiente Miodrag Marinovic y además ponerle un compañero de lista que le aporte al menos unos 10 puntos -la elegida sería la gobernadora Gloria Vilicic-.

Ante el escenario, en La Moneda han sacado una carta que se mantenía en secreto, y se han retomado las gestiones para convencer al ministro de Cultura, Luciano Cruz-Coke, para que compita en la senatorial de la Región de Coquimbo en el cupo RN.

Cruz-Coke fue siempre la primera opción en Palacio, pero no quiso ir a primarias con Bertolino y prefirió no salir del gabinete antes del 17 de noviembre pasado, plazo legal para que los jefes de cartera renunciaran si querían postular al Congreso. Pero en Palacio hacen notar que esa limitante no correría para el actor, ya que si bien su cargo -presidente del Consejo Nacional de Cultura- tiene rango de ministro, en rigor él es jefe de servicio y no ministro de Estado.

La misma excusa emiten con Carolina Schmidt (directora del Servicio Nacional de la Mujer, quien mantiene su negativa a competir). Esta carta se viene comentando hace al menos un mes, y solucionaría las trabadas negociaciones entre RN y Felipe Kast para instalar candidatos a parlamentarios de su movimiento, Evópoli, precisamente apoyado por Cruz-Coke.

A cargo de convencer al titular de Cultura (quien en la IV Región partía con un piso de 30 puntos en las encuestas de Palacio a fines del año pasado) están Piñera y Chadwick , quienes han conversado en varias ocasiones con él en las últimas semanas. Cruz-Coke se ha mostrado dispuesto a competir, pero en el Gobierno advierten que a estas alturas lo óptimo sería que no se hicieran primarias por esa zona . Además, falta que La Moneda y Carlos Larraín zanjen que vaya por la IV y no por la VIII Costa u otra zona que al actor no le interesa.

La apuesta, eso sí, encierra un riesgo. En la sede del Ejecutivo reconocen que la norma tiene un margen interpretable, y que de concretarse el fichaje parlamentario de Cruz-Coke la última palabra la tendría el tribunal electoral, que tiene que pronunciarse sobre las plantillas una vez cerradas las inscripciones… y que podría objetar su candidatura, señala el vespertino.

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