Diputado Arenas dispara a Carlos Peña: "Peñita, pequeño, odioso…"

El diputado UDI Gonzalo Arenas disparó con todo contra la figura del columnista y rector de la Universidad Diego Portales, Carlos Peña, por sus críticas a diversos personeros de la Alianza, acusándolo de ser una persona “pequeña y odiosa”.

“Peñita escribe en un diario. Peñita también dirige una importante universidad privada… sí, privada, de esas que son el demonio encarnado del lucro… sí, pero al parecer Peñita no tiene problemas con eso“, indicó en una columna en El Mostrador.

Según Arenas, “como cada mañana, Peñita revisa la prensa y comienza a sentir esos cambios tan inexplicables para él, pero a los que ha terminado por acostumbrarse. El cómodo sofá se va transformando en un asiento de madera noble, con un respaldo ancho de terciopelo. Peñita comienza a sentir que en su cabeza se sostiene un pequeño sombrero de color rojo, ¿será un birrete? No lo sabe bien”.

El documento del parlamentario gremialista da cuenta que “Peñita apunta con el dedo a seres imaginarios que revolotean por las paredes de su oficina. “Tú”, dice Peñita, mientras cierra lentamente los ojos, sí, “Tú”, inmundo, asqueroso ser, repugnante alimaña, nauseabundo líder, sí tú, impuro, sucio, obsceno, depravado, alma inconfesable, sí “Tú”… Cheyre asesino de niños, sí tú, Guzmán, ser diabólico de la dictadura…”

“Sí “Tú”… ministra de Educación que elegiste celebrar tu aniversario de matrimonio antes de estar en una protesta estudiantil…. horror, sí “Tú” ministro de Hacienda, que al comentar que ciertas medidas podrían traer incertidumbre en la economía destruiste el diálogo democrático… bestia… sí “Tú” Golborne, que lloriqueabas cuando anunciaste tu retiro de la carrera presidencial… cobarde… sí “Tú” Adolfo Zaldívar que aunque ahora estés muerto, eras un fracasado e inconsecuente… sí “Tú” Carlos Larraín que te amas tanto a ti mismo… narcisista…, sí “Tú” Fernando Echeverría que elegiste tu profesión en vez de tu cargo de ministro, pequeña rata… sí “Tú”….”

“Peñita dobla la cabeza. Está cansado, pero se complace en su vicio solitario: la búsqueda de herejes. Apuntar con el dedo a los que él, en su infinita sabiduría y altura moral, considera inferiores (…) Peñita es implacable. Es el mundo de Peñita, pequeño, odioso y lleno de contradicciones”.