Nicolás Eyzaguirre, ministro de Educación, comenzó con todo el llamado “segundo tiempo” de la reforma educacional, con lo cual estudia una serie de concesiones para poder materializar el proyecto que pone fin a la selección, el lucro y el copago en los colegios.
De este modo, el primer paso apunta a extender el plazo legal para dar por finalizado el financiamiento compartido en los establecimientos particular subvencionados, el cual en un primer momento estaba contemplado a un periodo de 10 años.
Y es que según Eyzaguirre, los recursos entregados por la reforma tributaria para reemplazar el aporte de las familias no permitirán hacerlo en el tiempo fijado.
“Hemos dicho que los mecanismos son revisables. Les hemos dicho (a los sostenedores) que tienen 10 años para ajustarse antes de que sean gratuitos. Si eventualmente no logran compensar totalmente los $ 84.300, estamos disponibles a conversar que sea más largo el período, o que suba más la subvención para que puedan reemplazar los 84.300″, indicó a Cooperativa.
En vista de esto, la gran piedra de tope para el Ejecutivo apunta que no pueden extender dentro del plazo legal la gratuidad a aquellos que cobran el máximo de copago.
“Para llegar a más de $ 100 mil por niño simplemente no nos da la plata. Entonces tenemos que ir poco a poco subiendo. Ahora, como hay algunos colegios que reciben más de $ 100 mil, los $ 80 mil que pagan los padres más los $ 50 mil que reciben los colegios (por subvención), son $ 110 mil, $ 120 mil, entonces efectivamente tenemos un problema, porque no tenemos plata para darles a todos (…). Si lleváramos a todos los colegios hasta el nivel de recursos de los que cobran más copago, los $ 84.300, nos costaría 6.000 millones de dólares sólo eso (…) Entonces, lo que vamos a proponer es que los que están más arriba se queden más arriba esperando que tengamos suficiente dinero para haber llevado a todos los que están un poquito más abajo a ese nivel y ahí desaparece el copago de los que están más arriba”, precisó.
