Lejos de terminar está la controversia entre Carmen Gloria Quintana, quien resultó quemada en julio de 1986 tras ser rociada con bencina por una patrulla del Ejército, hecho que provocó la muerte del fotógrafo Rodrigo Rojas De Negri, y Enrique Correa, ministro Secretario General de Gobierno de Patricio Aylwin y dueño de la empresa de lobby Imaginacción.
La controversia surgió tras el reportaje del programa En La Mira, donde Quintana indicó que junto a su marido y su abogado, Héctor Salazar, se reunieron con Correa y él habría dicho “’miren, aquí hay cosas bien claras: se va a hacer justicia con tres casos emblemáticos y nada más’. El caso Prats, el caso Degollados y no recuerdo cuál era el tercero”.
Correa, a través de un comunicado, replicó “con dolor” y negó la existencia de esa reunión, y por ceirto de sus palabras.
En el programa Palabras sacan palabras, de Radio Futuro, Carmen Gloria Quintana mantuvo sus declaraciones, y lamentó sus palabras. “No sé qué lo esté motivando a mentir, pero sí me senté con él y él me indicó lo que le indiqué”.
La víctima del crimen por el que hoy procesarían a seis de los siete militares en retiro por dos delitos de homicidio calificado, uno en carácter de consumado y el otro frustrado, recordó que Correa “me dijo que la transición era muy difícil, que no me hiciera esperanzas y que l más probable hubiera justicia en los casos más emblemáticos”.
Emplazada respecto de los dichos de su abogado, Héctor Salazar, quien no recordaba haber asistido al encuentro, Quintana precisa que “en realidad han pasado muchos años, pero sí estuve con Enrique Correa, estuve con mi marido, la otra persona pudo haber sido Héctor Salazar u otro. La verdad es que no lo recuerdo”.
