El domingo 2 de julio, se realizaron las elecciones primarias donde Sebastián Piñera se impuso con holgura frente a Felipe Kast y Manuel José Ossandón. El ambiente estaba perfecto para celebrar el triunfo del ex presidente, pero no todo fue alegría en su comando ubicado en Las Condes.
Cerca de las ocho de la tarde llegó hasta el lugar el secretario general de RN, Mario Desbordes, pero fue interceptado por la integrante de Avanza Chile y ex vicepresidenta UDI Isabel Plá, quien le indicó que la celebración sería “en el patio”, reveló el diario La Tercera.
A la espera quedó en el antejardín, donde estaba instalada la prensa, encontrándose además con Cristián Monckeberg, Jacqueline Van Rysselberghe y el resto de las directivas de los partidos de Chile Vamos.
Mientras eso ocurría, al interior estaba Piñera, su esposa Cecilia Morel, Andrés Chadwick y Alberto Espina en una salita. En un espacio aledaño estaban Andrés Allamand, Nicolás Monckeberg y el alcalde Rodolfo Carter, entre otros funcionarios de la fundación ligada al ex mandatario.
Esto molestó de sobremanera a los líderes de los partidos, principalmente a Van Rysselberghe, quien ya días antes había protagonizado un altercado durante el cierre de campaña el jueves 29 de junio. En esa oportunidad, le pidieron que bajara del escenario donde estaba Piñera, protagonizando un duro intercambio con una voluntaria del comando.
La situación en el comando de Piñera se agravó aún más tras la llegada de Felipe Kast. En ese momento, la presidenta de la UDI aprovechó la oportunidad y se metió en su auto para irse. Advertido de lo que ocurría, Espina corrió donde la senadora y le pidió disculpas a todos los presentes, además de convencerlos de evitar un bochorno.
Al día siguiente, en la tradicional reunión de Chile Vamos, los líderes expresaron su molestia por el escaso peso que les asignaban en el comando de Piñera. Todo esto generó que el candidato presidencial los invitara a un desayuno que se llevará a cabo el próximo miércoles 5 de julio.
