PDI revela que se hallaron restos de “inusual” fogata en vivienda de Natalia Guerra
Los restos eran muy similares a la que emplearon en Colliguay para incinerar al propio hijo de la mujer en un ritual
Por Brenda Martínez
Tras la detención de Natalia Guerra, una de las condenadas del caso Secta de Colliguay, se dieron a conocer nuevos antecedentes respecto a lo realizado por la mujer durante los dos años y tres meses que estuvo prófuga de la justicia.
De acuerdo a lo informado por la Policía de Investigaciones (PDI), Guerra habría realizado reuniones de culto nuevamente, donde se pudieron encontrar restos de una fogata de características inusuales en su anterior domicilio, muy similar a la que emplearon en Colliguay para incinerar al propio hijo de la mujer, de tan solo dos meses de vida, en un ritual.
Según lo detallado por la PDI a El Mercurio de Valparaíso, cerca de seis personas asistían de forma periódica al ex domicilio de Natalia, ubicado en Calera de Tango.
El jefe de la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (BIPE) Metropolitana, comisario Juan Pardo, señaló al mencionado medio que “cuando los nuevos arrendatarios llegaron al domicilio y supieron que allí vivía Natalia Guerra (encontraron una tarjeta de crédito de ella y su licencia de conducir), nos informaron que en el patio habían rastros de una fogata (…) Estaba hecha en el suelo y tenía similares características a las anteriores. Tenía rasgos atípicos”, detalló el comisario.
Ante esto, personal policial realizó peritajes en el lugar con químicos, bioquímicos, perros y buscadores de cuerpo para descartar “alguna situación que fuese reiterativa con respecto a la Secta de Colliguay”, antes de su detención para descartar cualquier sospecha.
Realizar reuniones de culto no está prohibido por la legislación vigente, sin embargo si está penado que se cometan delitos dentro de estas reuniones.
Por el momento no se ha establecido si quienes asistían a la casa de Guerra tenían conocimiento respecto a sus antecedentes, o sólo lo hacían pensando que era Constanza Etcheberry, la identidad falsa que utilizaba la mujer para no ser reconocida entre sus vecinos.
