
El general director de Carabineros, Mario Rozas, entregó durante este lunes una nueva cuenta pública de su gestión, la que estuvo marcada por la situación institucional tras el estallido social de 18 de octubre.
En la ceremonia de aniversario número 93 de la policía uniformada, el oficial aseguró que en los últimos meses han debido enfrentar episodios de “violencia extrema”, los que hasta el 31 de marzo dejaron a 4.817 funcionarios lesionados, con 263 casos graves. A ello sumó los 544 ataques a cuarteles, 1.198 ataques a vehículos institucionales, e intervención policial en 14 mil eventos de “graves alteraciones al orden”.
Sobre esto, Rozas afirmó que durante el estallido social “nunca antes habíamos presenciado episodios de tal nivel de violencia (…) Nunca antes habíamos visto expresiones de tanta animadversión hacia Carabineros, con innumerables intentos de agredir a algunos de los nuestros, por el solo hecho de vestir este uniforme”.
Respecto a las denuncias de violaciones a los derechos humanos por parte de algunos integrantes de la institución, el general director afirmó que “en estos ambientes de violencia extrema, algunos de los nuestros pudieron incumplir las normas y protocolos de uso de la fuerza, lo que es absolutamente inaceptable. Esos hechos, de los cuales tuvimos conocimiento, fueron oportunamente autodenunciados y están siendo investigados por el Ministerio Público”.
Rozas también afirmó que Carabineros tiene “un compromiso” para enfrentar el proceso de modernización que busca aplicar el gobierno, para buscar mejoras en la eficiencia y eficacia de la gestión y en los temas de orden público, entre otros.