Un estudio liderado por el académico de la Universidad de Chile, Gabriel Easton, da cuenta del peligro que genera la Falla de San Ramón, ubicada a 10 a 12 kilómetros bajo tierra, en el sector oriente de la capital.
El análisis consigna que la falla tiene una extensión de 25 kilómetros, entre los ríos Mapocho y Maipo, en sentido norte-sur, atravesando Vitacura, Las Condes, La Reina, Peñalolén, La Florida y Puente Alto, incluso llegando a Lo Barnechea y Pirque, por lo que 1,7 millones de personas viven literalmente sobre la falla.
Según el estudio de Easton, en caso de un sismo cuyo epicentro se ubique en la Falla de San Ramón, más de 3 millones de personas serían involucradas y teniendo a Puente Alto como la principal comuna afectada, con un 61,8% de daños, seguido de Las Condes 55,4%, Peñalolén 39,6% y La Florida (34,6%), con un daño mayor a lo visto el 27F.
Easton explicó que el estudio surgió luego los vecinos de Peñalolén alertaran sobre la construcción de un condominio sobre la ubicación de la Falla.
Los antecedentes geológicos, sismológicos y geofísicos señalan que la Falla de San Ramón podría generar un terremoto superior a los 7 grados Richter.
En entrevista con La Tercera, el integrante de Citrid (Programa de Reducción de Riesgo y Desastres), puso especial énfasis en dicho dato, “la posibilidad de ruptura o dislocación del suelo, junto a movimientos (aceleraciones) localmente mucho mayores a los que, por ejemplo, produjo el terremoto de 2010 en Santiago”.
Es por esto que hizo un llamado a incluir la Falla al Plan Regulador Metropolitano de Santiago PRMS y también en la normativa sísmica NCH433.
Esto, ya que detalló que el 55% de la traza de la Falla de San Ramón está urbanizada, dado la ampliación de las zonas para el mundo inmobiliario al sector precordillerano.
