Secciones
País

Dueño de Les Assassins explica cierre: “Con el estallido el país cambió y el vandalismo se quedó”

Ante estas circunstancias, Le Assassins cerrará sus puertas, ya que “el trabajo es muy pesado, además de que no produce nada, ningún peso”.

Les Assassins

Juan Carlos Cheyre, dueño del restaurante Les Assassins, envió una carta a El Mercurio para anunciar el cierre del tradicional local ubicado en calle Merced con Lastarria, en pleno barrio Lastarria.

En su misiva Cheyre para informar que “después de 56 años de popular historial y de mucho prestigio, tanto en el extranjero como en Chile, voy a tener que vender mi derecho de llave por edad, pandemia y soledad, incluyendo el éxodo de mis queridos hijos que trabajan conmigo”.

En entrevista con Emol, el dueño de Les Assassins explicó las razones para su cierre, apuntando de manera directa al estallido social, ya que “el barrio Lastarria propiamente tal, al estar tan cerca de la plaza Italia, se deterioró tremendamente y se desprestigió mucho. Después de las manifestaciones, la gente se retira a hacer vandalismo justamente a este sector para rayarla, quebrar los vidrios, molestar los locatarios, entonces se hace un poco imposible seguir trabajando”.

Prueba de ello es que de cara a las manifestaciones ocurridas el pasado viernes, que culminó con la quema de la estatua del general Baquedano, debieron bajar las cortinas a las 17:00 horas “por miedo a que nos destruyeran las terrazas y todas esas cosas, así que ya no podemos hacer nada, además no podemos trabajar en las noches hace más de un año”.

Para Juan Carlos Cheyre, “con el estallido cambió todo el país, el vandalismo se quedó, ya ni siquiera pintan la estatua de Baquedano, sino que la quemaron, entonces ahí llegó Carabineros a reprimir, y al retirarse la gente, se dirigen por el parque forestal hacia el Barrio Lastarria y justo ahí se da lo que se llama la segunda guerra, entonces es tremendo”.

De esta manera, debió desafectar a varios empleados para poder hacer frente a la crisis económica generada por la pandemia y el estallido social, relatando que “tuve que despedir tres empleados porque mi restaurante es muy chiquito, entre ellos una maestra de cocina, y dos garzones, por lo que me quedé con una maestra de cocina y un garzón, mientras que yo trabajo de barman, haciendo de lavacopas, de todo a mi edad (77 años)”.

Ante estas circunstancias, Les Assassins cerrará sus puertas, ya que “el trabajo es muy pesado, además de que no produce nada, ningún peso”.

Notas relacionadas











Vuélveme a querer

Vuélveme a querer

El extraño caso de Cristian Castro es, finalmente, el de un artista que perdió el centro, vagó por los bordes y regresó sin pedir permiso. No volvió a través de un hit nuevo ni de una estrategia de marketing: lo hizo mediante algo más simple y más raro -una autenticidad torpe, luminosa e irresistible, respaldada por una carrera que, vista desde hoy, nunca dejó de importar.

Foto del Columnista Mauricio Jürgensen Mauricio Jürgensen