El Ministerio de Salud (Minsal) decretó durante este viernes alerta sanitaria por la llegada de la viruela del mono a Chile, enfermedad que fue detectada por primera vez en Chile hace exactamente una semana.
El anuncio fue realizado por la ministra Begoña Yarza, quien estuvo acompañada del asesor internacional de la Organización Panamericana de la Salud, Mario Cruz y la coordinadora del Comité de Infecciones Emergentes de la Sociedad Chilena de Infectología, Yasna Alarcón.
“Ha llegado el momento en que utilicemos otras herramientas para nuestro arsenal de estrategias para esta alerta”, expresó la secretaria de Estado.
La autoridad también confirmó que se instalarán residencias sanitarias para los afectados, las que servirán de “dispositivos de aislamiento” para los pacientes que lo requieran. Quienes presenten síntomas graves podrán ser aislados en un centro asistencial.
Desde la detección del primer caso el viernes pasado, la autoridad ha logrado diagnosticar a seis personas con la enfermedad. La mayoría de los afectados proviene de la Región Metropolitana, aunque también se notificó un contagio en La Araucanía.
Síntomas de la viruela del mono
La viruela del mono no es una enfermedad nueva, ya que fue detectada por primera vez en 1970. Aunque su propagación es predominante en África Central y Occidental, durante los últimos meses se han registrado brotes en Europa, Asia y América.
La enfermedad puede transmitirse directamente de los monos, pero también de persona a persona por contacto estrecho. Puede ser a través de secreciones de las vías respiratorias o lesiones en la piel de una persona infectada.
Asimismo, puede ser por contacto indirecto con materiales contaminados por fluidos o lesiones. En tanto, la transmisión por gotículas respiratorias requiere contacto prolongado (mayor riesgo en integrantes de la familia de un caso). Expertos han planteado que su nivel de propagación es menor al del COVID-19, enfermedad que mantiene al mundo bajo una pandemia desde hace más de dos años.
Su incubación es de 5 a 21 días. Hasta los primeros cinco días se puede presentar fiebre, dolor de cabeza, cansancio y aumento en volumen de los ganglios linfáticos. De 1 a 3 días después del comienzo de la fiebre comienza el exantema: primero manchas rojas, luego pápulas o vesículas que luego forman pústulas, evolución que demora diez días.
Las lesiones -similares a la viruela común-, se concentran en las palmas de las manos y planta de los pies, evolucionando todas en la misma etapa. Su duración es de 14 a 21 días.
